Nutricionista y farmacéutica
Si sufres migrañas seguramente has escuchado que puede controlarse con la alimentación, pero… ¿Qué hay de verdad en esto?
La realidad es que no es cierto que exista una dieta específica y general para todas las personas que sufren de migrañas, pero sí que podemos detectar alimentos desencadenantes de las mismas o, incluso, alimentos que podrían aliviarlas o prevenirlas.
Llevar a cabo una dieta saludable, rica en frutas y verduras, aumentando el consumo de fibra y proteínas de calidad así como disminuyendo el de hidratos de carbono de absorción rápida, los azúcares y las grasas saturadas y trans, puede ser nuestro aliado perfecto para reducir los episodios de migrañas y mejorar tu salud en general.
Además, elegir alimentos frescos nos ayuda a evitar la mayor cantidad de aditivos posibles, ya que este es uno de los aspectos a tener en cuenta para prevenir episodios de migrañas. Conservantes como los nitritos, endulzantes como el aspartamo o potenciadores del sabor como el glutamato monosódico son algunos de los aditivos que debes evitar si sufres migrañas.
Para conseguirlo, es conveniente evitar:
- Las galletas, palomitas o patatas de sabores que tienen un exceso de aditivos, colorantes y saborizantes.
- Platos preparados que llevan multitud de ingredientes.
- Pizzas o panes industriales.
- Aderezos para ensaladas o salsas envasadas.
- Purés de patata o sopas instantáneas que suelen llevar gran cantidad de sal y glutamato monosódico.
- Productos cárnicos procesados como las salchichas o los embutidos.
Sin embargo, es importante destacar que no todas las personas son sensibles a aditivos como el glutamato monosódico y que los efectos pueden variar según la cantidad consumida y la sensibilidad individual. Aún así, siempre es recomendable revisar las etiquetas de los alimentos y evitar listas interminables de ingredientes para no elegir esos alimentos que pueden desencadenarte nuevos episodios de migrañas. Toma como guía que un alimento con más de ocho ingredientes ya puede ser un ultra procesado, por lo tanto, mejor hacer otra elección.
Otro aspecto a tener en cuenta es la histamina. La histamina es una sustancia química que se produce naturalmente en el cuerpo, aunque también podemos ingerirla en los alimentos y desempeña un papel en varias funciones fisiológicas, incluidas las respuestas alérgicas e inflamatorias. Sin embargo, en algunas personas, el exceso de histamina o la sensibilidad a la histamina puede provocar migrañas u otro tipo de sintomatología.
Este compuesto se encuentra en alimentos como:
- Bebidas como el vino o la cerveza
- Carnes y pescados ahumados
- Pescado azul, marisco, salmón, atún, anchoas en conserva y mejillones
- Embutidos
- Legumbres como los garbanzos
- Lácteos como leche de origen animal, mantequilla, yogur y quesos curados
- Clara de huevo
- Frutas cítricas (naranjas, pomelos, frambuesas, ciruelas, kiwi…)
- Condimentos: vinagre de manzana y balsámico, nuez moscada, canela, curry, mostaza y especias picantes
- Nueces
- Café, té y bebidas alcohólicas
- Chocolate
- Alimentos que contienen liberadores de histamina, como tomates, berenjenas, espinacas, fresas y aguacate
Además de estas sustancias, el ayuno o hambre prolongada también es un factor desencadenante para algunas personas, por eso conviene elegir alimentos integrales que nos producen saciedad durante mas tiempo ya que la energía se gestiona más lentamente y de esta manera evitamos bajadas importantes de azúcar que puedan propiciar la aparición del dolor de cabaza.
En cuanto a las grasas, el ω‑3 presente en alimentos como el aceite de oliva, las semillas, el pescado azul, las verduras de hoja verde, el aguacate o los frutos secos, nos ayuda reducir las respuestas inflamatorias que podrían desencadenar episodios de migrañas, convirtiéndose en una estrategia dietética que invierta esta relación y resultar beneficiosa para la migraña, además de serlo para la salud general. En cambio, reducir el ω‑6 en aceites vegetales, el huevo, la soja, la carne de ave o el aceite de coco, así como las grasas saturadas de carnes rojas o lácteos, también puede ser beneficioso frente a las migrañas.
La cafeína es otro aspecto a valorar en el tratamiento nutricional para la migraña, ya que el consumo de alcohol y de cafeína se relacionan con una mayor frecuencia de crisis de migraña. Sin embargo, la abstinencia de la cafeína también puede actuar como desencadenante. Por lo tanto, lo importante es no abusar de esta ni realizar grandes cambios en el consumo de cafeína, ya que tanto el abuso como la privación podría afectarnos.
Tras la restricción dietética que se suele recomendar al principio de un tratamiento dietético para eliminar las migrañas (suprimiento todos los posibles alimentos desencadenantes), si la situación mejora es momento de empezar a reintroducir alimentos que habíamos eliminado y que debemos valorar su consumo de nuevo y en qué cantidades.
Durante la reintroducción de estos alimentos, es recomendable que hagas un listado de aquellos que no te sienten bien, para evitar reducir al máximo la restricción de alimentos y prepararte tu propio listado de los que alivian o desencadenan tus episodios de migrañas, ya que el hecho de que un alimento actúe de desencadenante en algunas personas no quiere decir que actúe así para todo el mundo.
Ten en cuenta todas estas indicaciones cuando entres al supermercado o salgas a comer. Evitar los fritos, los productos procesados y no abusar de platos ya preparados te ayudará a aliviar o evitar nuevas crisis de migrañas.
Otras recomendaciones
Además de la alimentación debemos tener en cuenta otros aspectos en nuestro día a día:
- Maneja el estrés: El estrés es una causa común de migrañas. Busca técnicas de manejo del estrés y relájate.
- Descasa adecuadamente: Adapta un habitación oscura, freca y ténue para descansar. Duerme entre 7 y 9 horas e intenta asegurar un sueño de calidad para garantizar un descanso adecuado.
- Limita la exposición a pantallas: La luz azul que emiten los dispositivos electrónicos como teléfonos móviles y ordenadores puede provocar migrañas en algunas personas. Procura reducir el brillo y reducir la exposición lo máximo posible, en especial antes de acostarte.
- Hidrátate: Bebe suficiente agua y evita la deshidratación, ya que esta puede provocar o empeorar los episodios de migrañas.