Rafael Verdú, chef del restaurante Origen de Carcaixent, ha resultado ganador de la cuarta edición del concurso de cocina con cítricos que organizan conjuntamente el Ayuntamiento de Palmera, situado entre Oliva y Gandía, y la fundación Todolí Citrus. Se da la circunstancia de que el propio Verdú compartió exaequo con Vicent Sanchis, del Racó de l’Arnau, el galardón al mejor plato de postre, la otra categoría que promueve el citado certamen culinario.
Verdú presentó un plato ganador basado en una alcachofa escabechada y una bebida de cidra en kombucha, muy ensamblados, y que incluía el uso de diversos cítricos como la lima española o el limón de Sorrento. Precisamente es el uso gastronómico de la diversidad de cítricos lo que busca potenciar la organización de este concurso que se celebra a finales del invierno en la localidad de la Safor donde también se ubica el huerto de la Todolí Citrus, la superficie cultivada con mayor número de variedades de cítricos del mundo, que auspicia una fundación sin ánimo de lucro presidida por el reconocido comisario internacional de arte contemporáneo, Vicente Todolí.
En segundo lugar, con especial mención del jurado, quedó también exaequo el citado cocinero del Racó de l’Arnau, un restaurante de cocina de mercado junto al hospital Arnau de Vilanova en Valencia, en el barrio de Beniferri, quien presentó otro escabeche con pomelo y kumquat para acompañar ostras y mejillones en este caso. La mención la compartió con la joven cocinera de La Xerna de Dénia, Belén Escrivà, quien preparó una cigala en tres texturas, todas con cítricos como el falso caviar, la sanguina o el albedo –la capa blanca entre la piel y la carne del fruto– de esta naranja. La misma chef, con apenas veintitantos años, ganó el certamen a la mejor tapa de la Comunidad Valenciana.
Origen, cuyo jefe de cocina es Álex Vidal, ha recibido hace poco su primer sol de la guía Repsol, y también fue incluido en la selección de los 55 mejores restaurantes valencianos por el crítico Santos Ruiz de Levante-EMV. En esta ocasión, de la mano de Rafael Verdú se ha llevado los mil euros con los que se dota el concurso citrícola, así como la mitad de los ochocientos del apartado de postres que compartió con el Racó de l’Arnau. La mención del postre fue para Félix Chaqués, quien comanda el restaurante al que da nombre en la calle Roteros del popular barrio del Carmen de Valencia. Chaqués presentó un plato de postre basado en una original propuesta que incluía acelgas, bergamota y un bitter de pomelo.
El jurado, compuesto por cuatro prestigiosos cocineros –María José Martínez de Lienzo, Carolina Álvarez del Q. Dacosta Restaurant, Manu Yarza y Edu Espejo de Flama–, además del mencionado Vicente Todolí y el periodista y editor gastronómico Juan Lagardera, quiso resaltar el excelente nivel de todos los participantes finalistas, hasta doce, y en especial el trabajo en la presentación artística y en el carácter sostenible del postre presentado por el restaurante Arrels de Gata de Gorgos. Presidido por la secretaria autonómica de Turismo, Cristina Moreno, y el alcalde de Palmera, Álvaro Català, el certamen culminó con la entrega de trofeos, en este caso, una pieza escultórica del artista, y también cocinero, Carles Tarrasó.