El inagotable fondo de armario de la cocina italiana en Mamma Pazzo

El res­tau­ran­te Mam­ma Paz­zo lan­za su «ape­ri­ti­vo gas­tro­nó­mi­co» con pro­pues­tas de los chefs Mar­co Ange­lo­ni y Ser­gio Pao­li­ni.

Paco Balles­ter

Mar­co Ange­lo­ni y Ser­gio Pao­li­ni, chefs de Mama Paz­zo.

Valen­cia cuen­ta con un aba­ni­co de res­tau­ran­tes ita­lia­nos com­pa­ra­ble al anti­guo lis­tín tele­fó­ni­co, hoy en día des­apa­re­ci­do de nues­tras vidas para des­gra­cia de las impren­tas a las que se adju­di­ca­ban las lici­ta­cio­nes esta­ta­les. Des­de las humil­des y entra­ña­bles piz­zas y focac­cias, pasan­do por coci­na ita­lia­na de autor has­ta pro­pues­tas regio­na­les, la ofer­ta es inter­mi­na­ble. A pesar de la encar­ni­za­da com­pe­ten­cia, nue­vas apues­tas abren sus puer­tas en la ciu­dad. Es el caso de Mam­ma Paz­zo, res­tau­ran­te ubi­ca­do en el barrio del Ensan­che, a esca­sos metros del Mer­ca­do de Colón, y englo­ba­do en la fir­ma Cos­mic, empre­sa enfo­ca­da al ocio y res­tau­ra­ción, con loca­les en su port­fo­lio como la coc­te­le­ría Mai­son Lupin o la recien­te dis­co­te­ca Room, que ocu­pa el local en el que anta­ño des­can­sa­ba Cream (La Creu Cober­ta).

Retor­nan­do a la gas­tro­no­mía, la noche del 10 de diciem­bre Mam­ma Paz­zo abrió las puer­tas de su reser­va­do, un espa­cio en tonos rojos que recor­dó a quien escri­be algu­nos de los esce­na­rios de la pelí­cu­la Only god for­gi­ves (Nico­las Win­ding Refn, 2013). Espan­to­sa cin­ta, por cier­to. A lo que vamos. Enfos­ca­da tras una libre­ría, al fon­do del local, este espa­cio (cuen­ta con barra de cóc­te­les y DJ), aco­gió a noc­tám­bu­los de la pren­sa, ins­ta­gram­mers e influen­cers para pre­sen­tar una pro­pues­ta espe­cial deno­mi­na­da Ape­ri­ti­vo gas­tro­nó­mi­co y eje­cu­ta­da a cua­tro manos por los chefs Mar­co Ange­lo­ni y Ser­gio Pao­li­ni. En esta pri­me­ra oca­sión la vela­da reci­bió el títu­lo de Caos in cuci­na aun­que este pre­sun­to des­ba­ra­jus­te no fue tal, ya que los pla­tos salie­ron a la sala en per­fec­to orden y con­cier­to.

Mat­teo, pre­pa­ran­do el ver­mú con espu­ma cítri­ca.

La inten­ción del res­tau­ran­te es cele­brar esta vela­da cada tres meses, para una audien­cia apro­xi­ma­da de 20 comen­sa­les, y enfo­ca­da en cada oca­sión en la coci­na de una región dis­tin­ta de Ita­lia con aten­ción pre­fe­ren­te sobre alguno de sus pro­duc­tos más emble­má­ti­cos. El obje­ti­vo es “inves­ti­gar las posi­bi­li­da­des que ofre­cen los pro­duc­tos transal­pi­nos y crear pla­tos nue­vos y sor­pren­den­tes” fue­ra de la car­ta habi­tual del local, en pala­bras de Ser­gio Pao­li­ni. Pao­li­ni, encar­ga­do de expli­car cada una de las rece­tas y pla­tos ser­vi­dos en la mesa, a pesar de su juven­tud, arras­tra una amplia expe­rien­cia vital y pro­fe­sio­nal. Naci­do en Vene­zue­la, aun­que con fami­lia pro­ce­den­te de la napo­leó­ni­ca isla de Elba, pron­to alcan­zó tie­rra fir­me para for­mar­se como coci­ne­ro y bus­car­se la vida en los fogo­nes de res­tau­ran­tes de Mia­mi, Nue­va York, Chica­go y Texas. Pao­li­ni lle­gó a Valen­cia hace ape­nas 16 meses y ya sien­te la ciu­dad como su casa.

Focac­cia con pas­tra­mi.

Con ante­rio­ri­dad a la degus­ta­ción, Mat­teo, res­pon­sa­ble de la coc­te­le­ría del local, pre­pa­ró dos com­bi­na­dos: ver­mouth (Cam­pa­ri rojo) con espu­ma cítri­ca y limon­ce­llo spritz. Lige­ros, refres­can­tes y que ejer­cie­ron como per­fec­tos media­do­res a la hora de rom­per el hie­lo entre los pre­sen­tes. La vela­da arran­có con cua­tro entran­tes: focac­cia (80% de hidra­ta­ción) con pas­tra­mi cura­do en pimien­ta negra y peco­rino romano; tar­tar de cara­bi­ne­ro con cro­que­ta de su cabe­za toca­da de caviar; burra­ta case­ra relle­na de toma­te y anchoa sobre galle­ta de man­te­qui­lla, cre­ma de que­so mas­car­po­ne y pimien­ta rosa.

Tar­tar y cro­que­ta de cara­bi­ne­ro con caviar.

Los pla­tos prin­ci­pa­les tam­bién fue­ron cua­tro. Empe­zó el des­fi­le un cane­lón de sal­chi­cha ita­lia­na con tru­fa negra, gra­ti­na­do con peco­rino romano. A con­ti­nua­ción, car­pac­cio de atún rojo sobre una base cru­jien­te de foie; ravio­lo de hue­vo y rico­ta y final­men­te un tra­di­cio­nal osso­bu­co de cor­de­ro, gla­sea­do sobre cre­mo­so de pata­tas, vai­ni­lla y sal­sa de gre­mo­la­ta. Estos cua­tro pla­tos se mari­da­ron con un blan­co (Pazo San Mau­ro, Rias Bai­xas) y un tin­to (Viña Real Crian­za, DO Rio­ja).

Osso­bu­co gla­sea­do de cor­de­ro.

La cena lle­gó a su tér­mino a una hora pru­den­cial con dos pos­tres de autor: una crê­me brû­lée de pis­ta­cho y un coulant de cara­me­lo ahu­ma­do con hela­do de vai­ni­lla y nue­ces peca­nas. El fin de fies­ta con­tó con las bur­bu­jas de Roger Gou­lart (DO Cava-Alt Pene­dés). Aque­llos intere­sa­dos en nue­vas jor­na­das de Ape­ri­ti­vo gas­tro­nó­mi­co debe­rán estar aten­tos a las redes socia­les del res­tau­ran­te, don­de se anun­cia­rán fechas y pro­pues­tas.

Cane­lón de setas y sal­chi­cha ita­lia­na con tru­fa negra.


Mama Paz­zo

Con­de de Sal­va­tie­rra, 37

Tlf 691 77 79 97

www.mamapazzo.es

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