Samsha, el alquimista paciente

Víctor Rodrigo y Aroa López proponen en “Cromas”, cuarto espectáculo gastronómico de Samsha, un viaje inmersivo a bordo del color.

Paco Balles­ter

La pro­pues­ta de Víc­tor Rodri­go y Aroa López en Samsha no deja indi­fe­ren­te al visi­tan­te y esa es su inten­ción. “Cro­mas”, un tra­yec­to sen­si­ti­vo a bor­do de la car­ta Pan­to­ne, es el cuar­to “espec­tácu­lo gas­tro­nó­mi­co” ‑así se refie­re Rodri­go a su pro­­pue­s­­ta- en el que la esca­la cro­má­ti­ca es el leit motiv a par­tir del cual se estruc­tu­ra una vela­da para la que es nece­sa­rio dejar en la puer­ta pre­jui­cios pre­vios y entrar en el jue­go pro­pues­to por Rodri­go y López, com­pues­to por 34 pla­tos y más de 200 ela­bo­ra­cio­nes.

Continuidad y diferenciación

La de Samsha es una pro­pues­ta úni­ca en Valèn­cia, ale­ja­da de los cáno­nes tra­di­cio­na­les, al tiem­po que arries­ga­da, como reco­no­ce de mane­ra implí­ci­ta Víc­tor Rodri­go. Pese a que es con­ti­nuis­ta en su con­cep­to res­pec­to a espec­tácu­los gas­tro­nó­mi­cos ante­rio­res (1.0; 2.0 y 3.0), la idea de Rodri­go es que cada nue­va pro­pues­ta con­ten­ga ele­men­tos dife­ren­cia­do­res, como el guión ela­bo­ra­do ad hoc o la coci­na en direc­to, aspec­tos que ya estu­vie­ron pre­sen­tes en el ante­rior espec­tácu­lo.

A “Cro­mas”, por ejem­plo, tam­bién se incor­po­ra una nue­va mesa y se limi­ta cada pase a un nume­rus clau­sus de doce comen­sa­les, dis­tri­bui­dos en dos mesas com­par­ti­das que aña­den a la expe­rien­cia gas­tro­nó­mi­ca un pun­to extra de inter­ac­ción social. “El reto es que cada espec­tácu­lo debe ser inno­va­dor”, apun­ta Rodri­go, “y ello supo­ne una nue­va estruc­tu­ra, guión y dis­po­si­ción de invi­ta­dos”. Como pun­tua­li­za Aroa López, “inclu­so tra­ta­mos de no repe­tir nin­gún ingre­dien­te que haya­mos emplea­do en un espec­tácu­lo gas­tro­nó­mi­co ante­rior”.

Tres años de vida media

Este obje­ti­vo obli­ga a la pare­ja a emplear más de seis meses del tiem­po de des­can­so entre espec­tácu­los a con­cep­tua­li­zar y desa­rro­llar la nue­va pro­pues­ta –“un pro­ce­so del que se des­li­gan infi­ni­dad de des­car­tes”, admi­te Víc­tor Rodrigo‑, no solo a esca­la de coci­na, sino tam­bién en aspec­tos de pro­gra­ma­ción infor­má­ti­ca y solu­cio­nes audio­vi­sua­les. En este pun­to Samsha cuen­ta con el apo­yo des­de hace varios años de Pas­cual Ber­ná, pro­gra­ma­dor de Alba­te­ra, con quien Rodri­go y López cola­bo­ran mano a mano en el aspec­to téc­ni­co. Este tra­ba­jo pre­vio posi­bi­li­ta que cada espec­tácu­lo esté desa­rro­lla­do para tener una con­ti­nui­dad de tres años. En estos momen­tos, y aun­que “Cro­mas” aún se encuen­tra en su segun­do año de vida, los res­pon­sa­bles de Samsha ya se encuen­tran inmer­sos en la con­cep­tua­li­za­ción y estu­dio téc­ni­co de la pró­xi­ma pro­pues­ta.

El producto en la base

La línea de tra­ba­jo gas­tro­nó­mi­ca se ha adap­ta­do al con­cep­to de “Cro­mas”, basa­do en el uni­ver­so de los colo­res, aun­que no al cien por cien ya que el menú cuen­ta con pla­tos pen­sa­dos de ante­mano al argu­men­to cro­má­ti­co. En este caso, estos pla­tos se han adap­ta­do a la nue­va pro­pues­ta incor­po­ran­do algún ele­men­to que faci­li­te su cohe­sión glo­bal. “Cro­mas” incor­po­ra mul­ti­tud de ingre­dien­tes, así como un amplio aba­ni­co de téc­ni­cas culi­na­rias, aun­que con un fac­tor esen­cial, “la voca­ción por la crea­ti­vi­dad”, como apun­ta Aroa López.

En oca­sio­nes el cui­da­do por el envol­to­rio que rodea a la coci­na de Samsha ha ori­gi­na­do cier­tas crí­ti­cas en torno al pro­duc­to, comen­ta­rios que Víc­tor Rodri­go reba­te: “Por supues­to que inver­ti­mos en pro­duc­to. Lo que ocu­rre es que tal vez somos dema­sia­do dis­cre­tos a la hora de mos­trar­lo. Doy por hecho que el tic­ket de Samsha es argu­men­to sufi­cien­te para saber que en nues­tra pro­pues­ta cui­da­mos al deta­lle la cali­dad del pro­duc­to”. Otro pen­sa­mien­to aprio­rís­ti­co sobre el local es que el espec­tácu­lo inmer­si­vo actúe de tram­pan­to­jo con el fin de velar algu­na caren­cia gas­tro­nó­mi­ca. “Somos cons­cien­tes de ese ries­go”, admi­te Rodri­go, “ya que algún clien­te habi­tual nos ha tras­la­da­do este mie­do pre­vio basa­do en expe­rien­cias en otros loca­les. Pero esta sen­sa­ción pre­es­ta­ble­ci­da aca­ba en cuan­to se sien­tan a la mesa. En Samsha todo gira en torno a la coci­na. El espec­tácu­lo que lo rodea es la guar­ni­ción”.

La apues­ta esta­ble­ci­da por Samsha en “1.0” supu­so en su momen­to un sal­to al vacío, un ejer­ci­cio de ries­go que con el paso de los años se ha sua­vi­za­do gra­cias a su acep­ta­ción en la ciu­dad. “El con­cep­to que ini­cia­mos hace nue­ve años ha evo­lu­cio­na­do con el paso del tiem­po”, reco­no­ce Aroa López, “y en estos años el obje­ti­vo ha sido tan­to sedu­cir de nue­vo a clien­tes que acu­die­ron en su día como ampliar el espec­tro de nue­vos invi­ta­dos”.

Cómodo en el papel protagonista

Al con­tra­rio que otros chefs de per­fil más dis­cre­to, Víc­tor Rodri­go se sien­te igual de cómo­do a los fogo­nes que en su papel de jefe de pis­ta fren­te al come­n­­sal-espe­c­­ta­­dor. Se mues­tra suel­to a la hora de expli­car rece­tas y téc­ni­cas y afa­ble cuan­do res­pon­de a cual­quier duda plan­tea­da por el comen­sal. “Si no dis­fru­ta­ra de este papel todas las noches, del con­tac­to cara a cara con el invi­ta­do, la pro­pues­ta de Samsha no sería via­ble. No podría dejar, con todos los res­pe­tos, que fue­ra un cama­re­ro quien tuvie­ra la opor­tu­ni­dad de ver como el clien­te des­cu­bre cada sor­pre­sa que ser­vi­mos. Para mi no ten­dría nin­gún sen­ti­do por­que esa mis­ma sor­pre­sa la expe­ri­men­to en el pro­ce­so de crea­ción de cada pla­to”.

Para Rodri­go y López, “el reto tras Cro­mas es con­se­guir vol­ver a sor­pren­der, no solo al clien­te. “Si con­se­gui­mos que la sen­sa­ción de sor­pre­sa nos atra­pe a noso­tros, creo sin­ce­ra­men­te que la satis­fac­ción para el comen­sal está garan­ti­za­da”, apun­ti­lla Víc­tor Rodri­go.

Víc­tor Rodri­go y Aroa López. Foto de Mario Agu­lló.


Samsha

Plaça del Perio­dis­ta Ros Bel­da, 4, Valèn­cia

Tlf.: 963 89 19 02

Hora­rio de aper­tu­ra: J‑V 20.30 h y sába­dos 14 h y 20.30 h

www.samsha.es

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