Pepe Reig en la cocina.
La cocina de Xàtiva más auténtica
Juan Lagardera
Sobre la primigenia bodega familiar en la calle de la Reina, los hermanos Manel y Pepe Reig crearon en los movidos años 80 el primer y casi único proyecto gastronómico serio en Xàtiva –salvedad hecha del posterior y ya concluso Portal Fosc.
Años después, Pepe, con 70 años, prosigue en la brecha culinaria y sigue los pasos del proyecto, consistente en recuperar con dignidad el recetario culinario local, no excesivamente rico pero con singularidades y tradiciones nada desdeñables.
De este modo, en Casa la Abuela podremos encontrar el arroz al horno que de un modo un tanto reiterativo se asocia a Xàtiva, las croquetas de gallina del puchero, las cocas de tomate confitado, las mandonguillas de bacalao, el queso fresco a la plancha de la Llosa, el gazpacho de la vecina Almansa y otros platos de cuchara, la paella ‑sin pelotas, una pena‑, incluso la legendaria sopa rossetjada –sopa cubierta con menudillos al horno para que quede melosa- y los postres tan típicos como el arnadí de calabaza y boniato o la monxavena de inevitables resonancias moriscas.
La buena cocina empieza por amar y sostener la tradición, y los pueblos que olvidan sus raíces por más que modestas, están condenados a la mediocridad. Por eso es importante el proyecto de Casa la Abuela, pues aquí reside el alma culinaria de muchas generaciones de Xàtiva.
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