Baqliyya: una receta milenaria de la cocina de Dénia

Josep A. Gis­bert San­ton­ja, arqueó­lo­go

A ini­cios de 2013, Pepa Font y Miguel Ángel Cive­ra, en pleno pro­ce­so de reco­gi­da de docu­men­ta­ción para el apo­yo de la can­di­da­tu­ra de Dénia como Crea­ti­ve City of Gas­tro­nomy de la Unes­co, nos soli­ci­tó un infor­me sobre Gas­tro­no­mía e His­to­ria de Dénia.

En mar­zo de 2013 pre­sen­ta­mos el dos­sier: “Sobre la tra­di­ción de la coci­na de Dénia. Cues­tión de his­to­ria”. El dos­sier reco­gía nues­tra pro­duc­ción biblio­grá­fi­ca en mate­ria de his­to­ria de la ali­men­ta­ción: pro­duc­ción, comer­cio, gas­tro­no­mía, etc. Los artícu­los que ofre­cía el dos­sier, un tex­to de 163 pági­nas, habían esta­do publi­ca­dos en anua­rios, revis­tas, libros y catá­lo­gos mono­grá­fi­cos de expo­si­cio­nes entre los años 2000 y 2013.

El índi­ce reco­gía los capí­tu­los o hitos de lo que podía cons­ti­tuir un guion del mari­da­je entre  el bino­mio entre gas­tro­no­mía & his­to­ria de Dénia. Una cues­tión sobre la que aún que­da­ban capí­tu­los por escri­bir, mien­tras que los otros, sen­ten­ciá­ba­mos, debían repo­sar con­ve­nien­te­men­te en con­ni­ven­cia con pro­ce­sos de inves­ti­ga­ción pen­dien­tes.

Pro­ce­sos de inves­ti­ga­ción que, al filo de casi una déca­da des­pués del reco­no­ci­mien­to por la Unes­co, pese a algu­nas accio­nes que­bra­das, su avan­ce ha sido prác­ti­ca­men­te nulo, pese a los bai­les efí­me­ros e intere­sa­dos con uni­ver­si­da­des.

La refi­na­da cor­te anda­lu­sí — J. A. Gis­bert

El índi­ce del dos­sier era el siguien­te:

  • Intro­duc­ción. Pro­duc­ción e impor­ta­ción. Mate­ria pri­ma nues­tra y de otros.
  • El pri­mer vino. L’Alt de Beni­ma­quía.
  • Vino, acei­te y sala­zo­nes de Dia­nium.
  • En tiem­po de al-Ánda­­lus. Higos y almen­dras.
  • La mesa del emir de Dénia. Vaji­lla para la pre­sen­ta­ción de comi­da en la mesa de las casas de madī­na Dāni­ya –Dénia–.
  • Comer en la mesa del Con­de de Dénia.
  • La pasa de los Valles de la Mari­na Alta en la edad media.
  • La pes­ca y sus fru­tos en la edad media y moder­na.
  • Las alma­dra­bas de Dénia. La mesa en el siglo XVII. El atún y otras deli­cias cubier­tas de sal.
  • El siglo XVIII. El puer­to de Dénia y el mer­ca­do del vino y los ali­men­tos.
  • La ances­tral pasa con­quis­ta el mun­do. Siglo XIX.
  • Comer en tiem­po de ham­bre. Un teso­ro de la memo­ria. Coques de dac­sa, polp sec i sala­du­res.
  • La gam­ba roja de Dénia. Exce­len­cia sin casi his­to­ria. Cocer la gam­ba en el siglo XX.
  • La coci­na, aho­ra y hoy.
  • La pro­yec­ción de la coci­na tra­di­cio­nal.
  • Miles de años de coci­na y poner la mesa. Una ciu­dad mile­na­ria.
  • Coci­na de autor y auto­res de coci­na. Lega­do e inno­va­ción.
  • Dénia, puer­to segu­ro. Heren­cia ances­tral.
  • La mate­ria pri­ma. Esen­cial.

Al tra­tar los capí­tu­los de al-Anda­­lus, adver­tía­mos cómo en el siglo XII madī­na Dāni­ya –Dénia– dis­fru­ta­ba de una cam­pi­ña plan­ta­da de higue­ras y viñas. Y cómo las pri­me­ras fuen­tes cris­tia­nas cons­ta­ta­ban la pro­duc­ción de la pasa con la téc­ni­ca del escal­da­do, así como el peso de la pro­duc­ción de higos secos. Higos secos y pasa eran obje­to de comer­cio medi­te­rrá­neo.

Adver­tía­mos que era un capí­tu­lo aún por escri­bir. Y que la cele­bra­ción del mile­na­rio de la tai­fa de Dénia podría ser una bue­na oca­sión.

Dibu­jo de pla­to o atai­for de cerá­mi­ca ver­de y man­ga­ne­so pro­ce­den­te de la calle Pedro Este­ve de Dénia — J. A. Gis­bert

Y que había que estu­diar si las ico­no­gra­fías de las cerá­mi­cas de los hor­nos del siglo XI de Dénia en algu­nos casos repre­sen­ta­ban ali­men­tos, arte­fac­tos de la coci­na. Y si  el estu­dio de las fuen­tes ára­bes, en cuan­to a rece­ta­rios de coci­na sin­cró­ni­cos, per­mi­ti­rían dise­ñar el pai­sa­je gas­tro­nó­mi­co que envol­vía a la cor­te de los emi­res y las mesas de Dénia del siglo XI.

Pues bien, jus­to aho­ra, en el mar­co del XIV Inter­na­tio­nal Con­gress of the Asso­cia­tion for Medie­val and Modern Cera­mics in the Medi­te­rra­nean Area, con sede en Raven­na y Faen­za, cono­cía­mos una infor­ma­ción cier­ta­men­te rele­van­te para aden­trar­nos en la coci­na mile­na­ria de Dénia.

Pla­to o atai­for pro­ce­den­te de Valèn­cia con la ins­crip­ción que acre­di­ta que la Baq­liy­ya era una rece­ta muy exte­n­­di­­da- J. A. Gis­bert

Se tra­ta del tra­ba­jo de inves­ti­ga­ción pre­sen­ta­do por Car­men Bar­ce­ló, una ara­bis­ta este­lar, y Pau Armen­gol Machí, arqueó­lo­ga y comi­sa­ria de  intere­san­tes pro­pues­tas de difu­sión vin­cu­la­das al Ser­vi­cio de Inves­ti­ga­ción Arqueo­ló­gi­ca Muni­ci­pal de Valen­cia.

El títu­lo era:

Eat Baq­liy­ya. Valen­cian cera­mics for a treat with ara­bic epi­graphy (11TH cen­tury).

Estu­dian cua­tro pie­zas de perio­do tai­fa, halla­das en Valen­cia, en ver­de y man­ga­ne­so sobre fon­do blan­co, que ofre­cen como moti­vo cen­tral una ins­crip­ción que se tra­du­ce como “Come”, tér­mino que defi­ne un pla­to anda­lu­sí del que se cono­ce la rece­ta, exis­ten­te en reper­to­rios de coci­na ára­bes.

Según las auto­ras, esta rece­ta fue reco­pi­la­da por el céle­bre músi­co Zir­yâb. Abul-l-Hàs­­san Alí ibn Nafi,  ori­gi­na­rio de Iraq,  apren­dió músi­ca en Bag­dad y, afin­ca­do en al-Anda­­lus en el siglo IX, falle­ció en Cór­do­ba.

La sin­gu­la­ri­dad es que uno de los pla­tos pre­sen­ta el mis­mo moti­vo epi­grá­fi­co que un frag­men­to de atai­for, per­te­ne­cien­te a los fon­dos anti­guos del Museo Arqueo­lò­gic de Dénia y, por lo tan­to, hallaz­go ante­rior al ini­cio de la arqueo­lo­gía urba­na de Dénia. Pro­ce­día del cora­zón del recin­to de la medi­na pri­mi­ge­nia, del solar de la con­fluen­cia de las calles Pare Pere y Sant Josep; la que fue­ra  mag­ní­fi­ca Casa del Magis­trat, ya des­trui­da.  Fue publi­ca­do en la obra Dénia islá­mi­ca, tesis doc­to­ral de Rafael Azuar Ruiz (1989), aun­que no ofre­ció una tra­duc­ción del tex­to.

Lo que se ser­vía en uno de estos pla­tos, o atai­fo­res, era Baq­liy­ya:

La rece­ta, muy deta­lla­da, se pue­de encon­trar en inter­net en Cariadoc’s Mis­ce­llany: Isla­mic dishes with Vege­ta­bles. La mis­ce­lá­nea es copy­right de David Fried­man y Eli­za­beth Cook (1988, 1990. 1992).

Los ingre­dien­tes son pecho de ove­ja y su cos­ti­llar, cebo­lla cilan­tro, comino, cane­la chi­na, beren­je­nas y cala­ba­za y acei­te.

Se supo­ne que con buen hacer y  una coci­na “has­ta que Dios quie­ra” podría ofre­cer­nos en la mesa  un resul­ta­do espec­ta­cu­lar.

Tal como inci­día­mos en el dos­sier de 2013, en el plano del estu­dio e inter­pre­ta­ción de la ico­no­gra­fía de las cerá­mi­cas en ver­de y man­ga­ne­so de Dénia gene­ra una refle­xión a desa­rro­llar. Algu­nos de los moti­vos son cla­ra­men­te ico­nos sacros, como los diver­sos modos de la repre­sen­ta­ción del paraí­so, o un amplio aba­ni­co de varian­tes de la flor de loto, sím­bo­lo de vida y eter­ni­dad, de ori­gen orien­tal y aire magre­bí, pero no es menos cier­to que algu­nos moti­vos pare­cen ser espe­jo de hor­ta­li­zas o fru­tas que podrían tener un cier­to víncu­lo con lo que se ser­vía en las mesas de Dénia allá por el año 1025.

Feli­ci­tar a Car­men Bar­ce­ló y a Pau Armen­gol Machí. Es rele­van­te su apor­ta­ción a la inves­ti­ga­ción. Y, asi­mis­mo, ¡a un mor­tal abre el ape­ti­to!

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