A fuego lento, de Valencia

Sala principal del restaurante.
  • Valencia

  • Antonio Ponz 56

  • 661 693 064

  • PVP medio por persona 40 € (a la carta), sin bebida.

  • Abre de lunes a domingo de 13 a 16 horas. Jueves, viernes y sábado de 20 a 22.

Arroces marineros con toque mediterráneo (italiano)

David Blay

Pierpaolo Ricciardo llegó España como muchos italianos. Y acabó quedándose aquí, a semejanza de numerosos compatriotas. Pero la gran diferencia es que en ese tránsito aprendió a hacer paellas en Casa Carmela y ya gestiona tres negocios, con posibilidades de abrir alguno más en un futuro no demasiado lejano.

Podría parecer, pese a compartir el Mediterráneo, que las dos gastronomías en ocasiones divergen. Pero si algo ha conseguido A fuego lento (la arrocería, porque la pizzería se llama igual y está situada muy cerca) es que confluyan, basándose en recetas locales pero siempre añadiendo un toque de su Sicilia natal.

El local, situado detrás de la cada de Blasco Ibáñez, recuerda a una casa marinera del Cabanyal. Sillas de madera, cuadros de la Malvarrosa, tonos blancos y azules y una barra enorme donde se cocinan a la vista las recetas del restaurante. Y que son, sin duda, su principal reclamo. Pero no debemos perder de vista que esconde mucho más. Y, en algunas ocasiones, sorprende por calidad y precio en las propuestas.

De su carta hay imprescindibles que deben probarse, en gran medida porque son muy respetuosos con la tradición pero da la sensación de que los platos encaran un punto más allá de lo común. Sin estridencias, pero con una preparación y sabor impecables. La fusión de la picaña tonnata, el tamaño de las gambas al ajillo y la sutileza de la sepia en su tinta.

A ello se une sugerencias diarias procedentes de la lonja, que en la mayoría de los casos constituyen ofrecimientos muy interesantes y se mueven en unos precios comedidos para lo que supone hoy día un restaurante de estas características en la ciudad. Si hay, vale la pena pedir las gambas de Denia con el cuerpo sin cocinar o las navajas.

Y a partir de ahí, se abre un universo de diez tipos de arroz diferentes.Desde la paella valenciana, solo por encargo, a los del senyoret, negro, de marisco (con gambas y pescado) o de bogavante o langosta, tanto en formato seco como meloso. Y completados por la opción de las diferentes fideuàs.

Sigue siendo difícil encontrar lugares de confianza en un entorno marítimo pensado para los turistas. Y pagar una cuenta ajustada a la calidad de lo que se oferta, aun sabiendo que las minutas han subido inexorablemente en prácticamente todos los negocios. Pero como opción tranquila, familiar, cercana al mar y con un servicio amable, sin duda estamos ante uno de los lugares que vale la pena visitar.

Pinchar en las imágenes para verlas ampliadas y en carrusel.

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