Pablo Chirivella.
Producto y sabores con los cinco sentidos
Carlos López
Tavella es un proyecto desarrollado por Pablo Chirivella, en el que invita al cliente a sumergirse con los cinco sentidos. Recuerdos, entorno, sabores, tiempo y espacio hacen que la filosofía de Pablo tenga como bandera la “búsqueda del origen”. Después de viajar por cocinas del mundo, vuelve a casa para profundizar en el recetario valenciano tradicional, profundamente arraigado. La declaración de intenciones consiste en que aquí el producto manda; con olor y sabor a brasa, la materia prima saluda al comensal.
De la mano de Pablo Chirivella resulta inevitable que todo fluya en un espacio de restauración. Se ha ganado la fama de cocinero serio, responsable, consecuente, que cuida el paladar y la estancia del cliente. Callado, sin hacer ruido, con el rumbo muy marcado, en una pedanía de Valencia y con una cocina llena de simplificación, pero no exenta de aciertos, buenas maneras, impecable manipulación y llena de intenciones, Tavella ofrece a diario en turnos partidos –casi siempre llenos– una buena despensa y una admirable bodega.
La oferta pasa por menú (denominado brasa) o carta. La brasa es el alma de la cocina; elijan pescados, carnes y arroces (estos últimos previo encargo). Una gran vitrina da la bienvenida al cliente, repleta de pescados y mariscos de cocción milimétrica que encuentran rápido acopio en mesa; de eso se encarga la multidisciplinariedad del bueno de Toni (jefe de sala) que junto a Sara (sumiller) completan la oferta gastronómica con prudencia y sensatez. Te reciben, acomodan y te instruyen en todo lo necesario. Es el complemento justo y necesario de una cocina de corte clásico, expresiva, repleta de conjunción, sabores y hechuras. El local seduce con la invención de propuestas con las que convencer al cliente y que este quede satisfecho al consumir el producto.
El respeto máximo hacía el entorno, el producto local de calidad y la cultura gastronómica son las bases irrenunciables de una cocina que se presenta como cultural, sólida e identitaria (leña, huerta y mar). Situado en la casona familiar, alquería centenaria que desde final del siglo XIX hasta mediados del XX estuvo destinada a la agricultura; ahora se reconvierte en un espacio de raíces, cocina con tradición sobre la que vierte creatividad y experiencias. El arraigo a la tierra, a su gente, a costumbres y maneras de entender la vida cotidiana, se muestra en una cocina contemporánea que abraza al pasado cercano, inspirado en los viajes que ha realizado Pablo a lo largo del mapa internacional y de los años.
Los comedores amplios con aforos limitados ofrecen una estancia sosegada. Tapitas, entradas y bocados creativos, pescados de playa, carnes soberanas, servicio neoclásico y una bodega que alberga 2.075 botellas es su transversalidad. Por cierto, tavella (en valenciano) es una judía blanca, tierna y de grano pequeño que se utiliza como ingrediente para la elaboración de la paella tradicional.
Crónica de la visita realizada el 31 de enero de 2022.