Peix i Brases

Peix i Brases

Arnal­do, Maje Mar­tí­nez y José Manuel López.

  • DÉNIA (Ali­can­te)

  • Plaça Beni­dorm, 18

  • 965 785 083 / 965 782 757

  • Abre de mar­tes a domin­go de 13:30 a 15:30 horas y de 20:00 a 22:00 horas. Lunes cerra­do.

  • Menú esen­cia 69€ / Menú degus­ta­ción 89€/ Pre­cio Medio 100€

La alta cocina del respeto y la sinceridad

Maje Mar­tí­nez

El puer­to de Dénia, con más de 2000 años de his­to­ria, ha sido siem­pre rele­van­te por su posi­ción estra­té­gi­ca en la cos­ta de Levan­te, así como por ser el más cer­cano a las Islas Balea­res. Una his­to­ria que cuen­ta con ges­tas del trá­fi­co marí­ti­mo y comer­cial, de pira­tas y cor­sa­rios. Actual­men­te, se ha con­ver­ti­do en uno de los más impor­tan­tes por su segu­ri­dad, su cali­dad y la rique­za de su natu­ra­le­za y pai­sa­je, un des­tino gas­tro­tu­rís­ti­co por exce­len­cia que lo con­vier­te en capi­tal de La Mari­na. Aun­que si algo deter­mi­na al puer­to de Dénia, es la luz y la cal­ma. Esa mis­ma que se res­pi­ra en Peix i Bra­ses, el res­tau­ran­te del míti­co empre­sa­rio de hos­te­le­ría Tomás Arri­bas, con vis­tas a este puer­to, y cuyos fogo­nes capi­ta­nea el coci­ne­ro José Manuel López.

Hace más de 20 años José Manuel deci­dió dejar su Extre­ma­du­ra natal para embar­car­se en una tra­yec­to­ria pro­fe­sio­nal con vis­tas al Medi­te­rrá­neo, cau­ti­va­do pro­ba­ble­men­te por esa mis­ma luz y cal­ma. De hecho, ha echa­do raí­ces nue­vas y se sien­te dia­nen­se, pero sin olvi­dar las suyas, las que le gene­ra­ron la voca­ción des­de la coci­na de su abue­la. Arran­có hacien­do prác­ti­cas con Dacos­ta, pero fue la com­pli­ci­dad con Arri­bas la que lo ani­mó a volar con fir­ma pro­pia. Peix i bra­ses y José Manuel López, tal vez no sea el pri­mer Estre­lla Miche­lin de la pro­vin­cia de Ali­can­te que al públi­co le ven­ga a la cabe­za, qui­zá por­que es rela­ti­va­men­te recien­te (fue el úni­co ali­can­tino en con­se­guir­la en 2021), y por­que José Manuel es un coci­ne­ro tími­do,  dis­cre­to, siem­pre cen­tra­do en su pasión y en los fogo­nes, más que en los focos. Pero cuan­do la crí­ti­ca habla de la Mari­na Alta, siem­pre tie­ne hue­co, como bien demues­tran los tam­bién 2 Soles Rep­sol o los reite­ra­dos reco­no­ci­mien­tos en con­cur­sos pro­fe­sio­na­les que dan la bien­ve­ni­da a la sala del res­tau­ran­te.

Peix i Brases

Vis­tas al puer­to de Dénia.

Si algo lo carac­te­ri­za es la regu­la­ri­dad en sus mane­ras, en una coci­na cen­tra­da en el pro­duc­to y el res­pe­to máxi­mo por éste, con la crea­ti­vi­dad jus­ta y equi­li­bra­da para no aca­pa­rar­lo. En las dis­tan­cias cor­tas, Jose Manuel es cer­cano, llano, cari­ño­so y aten­to. De esas per­so­nas de las que siem­pre oyes “es muy buen tipo”. Eso le hon­ra.

La ofer­ta de Peix i bra­ses es una de las más ase­qui­bles del pano­ra­ma Miche­lin en la Comu­ni­dad Valen­cia­na, con un menú degus­ta­ción cor­to por 69€ y lar­go por 89€ por comen­sal (bebi­da a par­te). Un rega­lo. Un día cual­quie­ra es bueno para dis­fru­tar de los espa­cios de Peix i Bra­ses (el oys­ter bar, la sala, la terra­za, el reser­va­do…), por­que ade­más del menú degus­ta­ción, José Manuel con­fi­gu­ra una car­ta con suge­ren­cias del día, pes­ca­dos, car­nes y arro­ces que le dic­tan la lon­ja, la huer­ta o la gran­ja. Entien­de que no todos los días somos los mis­mos comen­sa­les, y por ello se arries­ga a tener una des­pen­sa varia­ble que hace que Peix i Bra­ses sea un res­tau­ran­te recu­rren­te en cual­quier tem­po­ra­da.

Así pues, des­car­ta el menú degus­ta­ción como úni­ca opción, pese a ser ten­den­cia en los gas­tro­nó­mi­cos, y se orien­ta al clien­te, ya sea local, al de paso o al turis­ta. Arri­bas y López son un tán­dem que salen a ganar, y la Estre­lla era un hito en el camino, pero no un fin, prio­ri­zan­do siem­pre la regu­la­ri­dad y el tra­to exqui­si­to del pro­duc­to para sedu­cir a sus clien­tes como úni­co obje­ti­vo.

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Besu­go de Dénia.

Es un mar­tes de junio y el mar de Denia está en cal­ma, como tam­bién el paseo. La luz entra por los ven­ta­na­les de la sala a la que acce­de­mos por un amplio ascen­sor. Nos reci­be José Igna­cio Arri­bas, otro de los pun­ta­les de Peix i Bra­ses, quien coman­da la sala y se encar­ga de una impe­ca­ble bode­ga con más de 400 refe­ren­cias loca­les, nacio­na­les e inter­na­cio­na­les que pres­cri­be des­de la empa­tía con cada clien­te. Entra en esce­na tam­bién el joven Arnal­do. No lle­ga a la vein­te­na de edad pero apun­ta mane­ras por la aten­ción y pre­dis­po­si­ción al ser­vi­cio, un ave raris en medio de esta cri­sis sec­to­rial de per­so­nal cua­li­fi­ca­do en coci­na y sala don­de la voca­ción bri­lla por su ausen­cia. Si es capaz de supe­rar la exi­gen­cia del roda­je y empa­par­se de Jose Igna­cio, tal vez Arnal­do sea fir­me can­di­da­to a joven pro­me­sa.

El mar y la luz son tam­bién par­te del atrez­zo, don­de no fal­ta un mobi­lia­rio cómo­do, man­te­le­ría de lino y vaji­lla per­so­na­li­za­da con refe­ren­cias mari­nas, cris­ta­le­ría y cuber­te­ría de gran cali­dad. Opta­mos por el menú lar­go, que repre­sen­ta los hits de Jose Manuel, o al menos las ela­bo­ra­cio­nes de las que se sien­te más orgu­llo­so él y su equi­po, don­de mere­ce espe­cial men­ción Zor­ya­na Dya­chuck, como segun­da de coci­na. Un menú que tam­bién resue­na a mar y que empie­za cru­jien­do con ros­qui­lle­tas y cocas de cacao del colla­ret, como seña de iden­ti­dad del terri­to­rio; ¿hay algo más nues­tro que las ros­qui­lle­tas? Jose Igna­cio nos reco­mien­da un Arbui Blan­co de Bode­gas Ale­jan­dro, D.O Vinos de Ali­can­te con crian­za en barri­ca de roble fran­cés con Mer­se­gue­ra y Char­don­nay, fan­tás­ti­co para el reci­tal de mar que nos espe­ra. Des­car­ta­mos esta vez el mari­da­je, ya que tene­mos que seguir a la fae­na…

Pupi­tos o “bose­ta” a la bra­sa con Por­to­be­llos y jugo esca­be­cha­do.

Arran­ca­mos con los ape­ri­ti­vos en tres ela­bo­ra­cio­nes: un boni­to de gra­sa con nabo encur­ti­do, cre­mo­so de que­so de ove­ja con sar­di­na, y empa­na­di­lla de cló­chi­na tigre. Y estos ape­ri­ti­vos entran jun­to a la seña de iden­ti­dad de Jose Manuel: la sin­ce­ri­dad. Los ingre­dien­tes prin­ci­pa­les que­dan cla­ros. Los que acom­pa­ñan lo hacen para resal­tar, com­bi­nar, pero nun­ca para sobre­po­ner­se. Esta es la tóni­ca del menú: deli­cio­sos. La Vall d’Albaida entra en esce­na a tra­vés del acei­te de oli­va vir­gen extra de arbe­qui­na del Teu­lar, que relle­na un cuen­co de por­ce­la­na en for­ma de eri­zo de mar. Un pan case­ro de almen­dra mar­co­na y uva mos­ca­tel lo acom­pa­ña para repre­sen­tar el pai­sa­je ali­can­tino de secano. Lo devo­ra­mos. Entra la Quis­qui­lla, con un hela­do de Cidra y una vichy­sois­se cítri­ca, un pla­to de pre­mio como así obtu­vo en el Con­cur­so de Cítri­cos de la Fun­da­ción Todo­lí Citrus el pasa­do mes de mayo. El pun­to de la quis­qui­lla es fan­tás­ti­co, y el acom­pa­ña­mien­to equi­li­bra­do de los cítri­cos no hacen sino resal­tar­la. La par­te líqui­da com­ple­ta la secuen­cia de una for­ma redon­da. Impo­si­ble poner un “pero”.

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Almen­dra mar­co­na tos­ta­da acompañada de su hue­va.

Le sigue una Ostra Gillar­deau con sal­pi­cón de angu­las. Con este pro­duc­ta­zo nada pue­de fallar. Jose Manuel es un mas­ter del atún. Tan­to es así que en la pasa­da edi­ción de Gas­tró­no­ma reali­zó una ponen­cia magis­tral de la mano de Atún Fuen­tes. Entien­de el pro­duc­to y es capaz de ges­tio­nar­lo en dife­ren­tes for­ma­tos y tex­tu­ras sin per­der su pure­za y pri­man­do el apro­ve­cha­mien­to. Mues­tra de ello es la secuen­cia de atún rojo del Medi­te­rrá­neo que pre­sen­ta en un cru­do de ven­tres­ca con cebo­lla encur­ti­da, hue­va de tru­cha y jugo de toma­te embo­ta­do; almen­dra mar­co­na tos­ta­da acom­pa­ña­da de su hue­va; lon­cha de ton­yi­na de sorra en sala­zón case­ro cura­do en cos­tra de sal y un bom­bón de toma­te seco con cubier­ta de man­te­ca de cacao para acom­pa­ñar. Una rela­ción para comer con la mano en la que el atún es pro­ta­go­nis­ta en dis­tin­tas varian­tes que sig­ni­fi­can la ver­sa­ti­li­dad de este pes­ca­do.

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Espar­den­yes con man­te­qui­lla de cabra y caviar.

El atre­vi­mien­to lle­ga de la mano de les espar­den­yes, que López las acom­pa­ña de man­te­qui­lla de ove­ja y caviar. De nue­vo la pure­za de los ele­men­tos que se con­ju­gan para resal­tar la cali­dad de cada uno de ellos. Tal vez en esta oca­sión el caviar que­da­ra des­lu­ci­do por la poten­cia del res­to de ele­men­tos. La Gam­ba amb Ble­da es uno de los pla­tos de los que José Manuel se sien­te más orgu­llo­so. La acom­pa­ña de las acel­gas de huer­ta, unas esfe­ri­fi­ca­cio­nes de fre­sa y las patas de la gam­ba fri­tas para poder comer­las tal cual. Una sal­sa ame­ri­ca­na a base de los inte­rio­res de la gam­ba empa­pa la acel­ga, bajo la aten­ta mira­da de las cabe­zas de la gam­ba que se posa en la mesa sobre un mon­tan­te de sal.

Gam­ba roja de Dénia.

De nue­vo gana la tex­tu­ra de la gam­ba, con fan­tás­ti­co equi­li­bro de sabo­res que la resal­tan. Un pla­to míti­co de Peix i Bra­ses por el que vale la pena vol­ver a Denia, sin fin. Sigue el mar y la tra­di­ción trans­for­ma­da con el Figa­tell de pes­ca­di­lla con Orti­gui­lla de mar, otro de los pla­tos más sor­pren­den­tes y sig­ni­fi­ca­ti­vos del menú. El cru­jien­te de la orti­gui­lla es magis­tral, y la ver­sión de figa­tell en pes­ca­do no defrau­da por la capa­ci­dad de inte­grar el pes­ca­do de for­ma con­sis­ten­te sin per­der jugo­si­dad y la poten­cia de su sabor. El mar sigue en la mesa, pero entra tam­bién la mon­ta­ña con unos Pupi­tos o “bose­ta” a la bra­sa con Por­to­be­llos y jugo esca­be­cha­do. Tex­tu­ra impe­ca­ble que mues­tra la maes­tría de Jose en la bra­sa y sabor poten­te pero lim­pio. No hay gran­des flo­ri­tu­ras, sim­ple­men­te téc­ni­ca y equi­li­brio, un nue­vo pla­to de 10.

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Arroz Melo­so de coll­verd con tru­fa de verano.

El arroz no pue­de fal­tar en este menú, y López apues­ta por un melo­so con lon­chas de pato coll­verd, con una espu­ma del mis­mo arroz y ralla­du­ra de tru­fa de verano. Decir que es sabro­so se que­da cor­to. El pun­to del arroz, la man­te­co­si­dad, y la poten­cia del pato lo hacen un pla­to míti­co. Y aho­ra sí, entra la rei­na de Dénia, La gam­ba roja, her­vi­da en agua de mar. Está en el menú como opcio­nal con un suple­men­to de 14€: lo vale. Y si algo podía mejo­rar la expe­rien­cia con “la rei­na”, es la pro­pues­ta arries­ga­da, pero con sen­ti­do, que hace José Igna­cio: mari­dar­la con un Sho Chi­ku Bai, un sake tra­di­cio­nal a base de arroz infu­sio­na­do. Jamás hubie­ra ima­gi­na­do que le va tan bien a la gam­ba, un sello fusión “Medi­te­rra­sian” que es tam­bién mar­ca de la casa, ya que es otra de las pro­pues­tas gas­tro­nó­mi­cas de Arri­bas en el mis­mo espa­cio.

Y las corrien­tes se ali­nean para que en el pedi­do de la gam­ba de hoy se haya cola­do un besu­go de la bahía de Dénia. Es muy esca­so en la zona y poco habi­tual, ya que lo pes­can los mis­mos pes­ca­do­res que van a la gam­ba, y la rei­na aca­pa­ra todo su inte­rés. Un par de veces al año, van al besu­go, pero pue­de que alguno se cue­le en la bar­ca por casua­li­dad. Hoy ha sido el día, y como no, Jose Manuel lo saca a la bra­sa. Lo acom­pa­ñan unas ver­du­ri­tas y unas las­cas de pul­po seco. El cru­jien­te de su piel con­tras­ta con la jugo­si­dad de su car­ne. Impe­ca­ble.

Pas­tis­set de almen­dra con cítricos.

Lle­ga el dul­ce con una base de turrón de Jijo­na y mous­se de fre­sa, con fre­si­tas de Canals, rojas y albi­nas. Hela­do de turrón con tie­rra de galle­ta y una copa de zumo de fre­sa fer­men­ta­do. Redon­do. Un pas­tis­set de almen­dra mar­co­na relleno de cre­ma de man­da­ri­na, su sor­be­te, caviar cítri­co y esfe­ri­fi­ca­cio­nes de los dis­tin­tos cítri­cos de Todo­lí. Por­cio­nes deli­ca­das, jus­tas, con una esté­ti­ca muy cui­da­da en la que se nota la mano de Zor­ya­na. El deli­cio­so café lo acom­pa­ñan deli­ca­dos petit fous case­ros. Y si tenéis tiem­po, no des­car­téis la copa en la terra­za.

En defi­ni­ti­va, Peix i Bra­ses es un res­tau­ran­te encan­ta­dor, con una expe­rien­cia com­ple­ta, ase­qui­ble, sin­ce­ra y rotun­da, con una decla­ra­ción de inten­cio­nes sobre qué es la bue­na gas­tro­no­mía, una regu­la­ri­dad que ase­gu­ra que siem­pre vamos a comer bien y una garan­tía de diges­tión feliz. Un “fon­do de arma­rio” en la agen­da foo­die de La Mari­na.

Visi­ta rea­li­za­da 6 de Junio 2023.

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