Vicente Gandía
aplica la tradición artesanal a su bodega

Anna Recatalà

El éxito de la bodega valenciana Vicente Gandía es indiscutible. Desde su constitución, hace más de un siglo de historia, la empresa vinícola ha adquirido unas características y acciones concretas que le han permitido situarse como una de las más importantes de la Comunidad Valenciana y tener presencia en noventa países de los cinco continentes. 

Nos cuenta Diego Morcillo, el nuevo enólogo y director técnico de la bodega, que el secreto está en el dominio de la materia prima. «Dirigimos el vino desde que se planta el viñedo hasta que llegamos a una botella con una crianza relativamente prolongada. Aplicamos la tradición y la forma de trabajar de un proyecto pequeño a uno de gran tamaño». Este control exhaustivo en cada una de las etapas y la búsqueda constante hacia la innovación, han hecho que los vinos de Vicente Gandía adopten matices propios que van desde niveles premium, de calidad contrastada y demostrada, hasta vinos de calidad-precio más asequibles. 

«Tenemos un departamento de I+D amplio donde ponemos sobre la mesa en qué queremos ser diferentes e innovar desde el punto de vista comercial, técnico y de imagen; esto nos da una visión diferente al de una empresa convencional. Además, como tenemos las herramientas adecuadas y la mente abierta entre lo nuevo y lo tradicional, tenemos la posibilidad de abarcar ambos nichos de mercado», explica el enólogo de la histórica bodega.

Vicente Gandía trabaja con estrictos estándares que garantizan la calidad e inocuidad de cada uno de sus productos vinícolas.

Esencia mediterránea

Enraizados en los mejores terroirs de la Comunidad Valenciana, la finca Hoya de Cadenas -situada en la zona de Utiel-Requena-, y la finca Casa Gallur -en el abrigo de la Sierra de Mariola-, ofrecen las condiciones climatológicas perfectas para que los vinos adopten un ADN propio muy característico.

«Tenemos unos vientos influenciados por el mar que hacen que la maduración de nuestra uva sea totalmente distinta al de otras zonas que no son de carácter mediterráneo. El toque de salinidad y la humedad provenientes de la costa, hacen que su desarrollo sea distinto, ni mejor ni peor, pero sí que adquieran una característica y una personalidad propias», apunta el experto en vinos. Además, explica que la posición del viñedo, que en su caso es más alto de lo habitual para aprovechar la aireación, y la forma de trabajarlo, son clave para acentuar las características del fruto. 

Finca Hoya de Cadenas, entre Utiel y Camporrobles, un paraíso enológico apenas a 90 kilómetros de Valencia.

Conciencia medioambiental

Vicente Gandía es una bodega concienciada con el medio ambiente y trabaja diariamente para optimizar los recursos naturales. El director técnico explica que gracias a esta acción, son capaces de recoger un mejor fruto, con más sabor, y asegurar la herencia para las nuevas generaciones.  

«Trabajamos constantemente en reducir nuestra huella de carbono, depurar las aguas, minimizar el riego y aprovechar los recursos de forma natural con la única pretensión de cuidar nuestro entorno, porque de él recogemos la fruta, y de dejar a las generaciones venideras un mundo mejor de lo que lo hemos recibido». Diego Morcillo, confiesa además, que pese a los quebraderos de cabeza que ocasiona el cambio climático actual, las altas temperaturas y la sequía han beneficiado, en parte, al sector vinícola porque la uva necesita justamente eso, y ambos factores se están dando de forma natural. De este modo, los tratamientos fitosanitarios han disminuido y el sabor de la uva ha mejorado. «Cuando trabajas con los recursos naturales todo es mucho más natural», concluye.

Las últimas novedades de la compañía

Desde 1885 que se levantó la compañía, Bodegas Vicente Gandía ha sufrido algunas modificaciones y se ha reinventado para adaptarse a los nuevos tiempos. Uno de los cambios más recientes ha sido precisamente la incorporación de un nuevo director técnico, Diego Morcillo, especialista en vinos con más de 25 años de experiencia en el sector que aporta y enriquece el proyecto, además de seguir aprendiendo y evolucionando de la mano de los valencianos . «Vicente Gandía aúna la posibilidad de poner todo lo que he ido aprendiendo en todos estos años en un solo proyecto mágico. El mundo del vino tiene ese punto maravilloso: que la experiencia te da más ganas de comerte el mundo y de seguir evolucionando y aprendiendo». 

Diego Morcillo, director técnico de Bodegas Vicente Gandía.

Por lo que respecta al producto final, la bodega valenciana se ha animado con el lanzamiento de un vino de Bobal dulce, dentro de su trilogía de bobales, un nuevo vino llevado a cabo mediante la congelación de uvas en una fase previa a la fermentación. Un proceso de elaboración muy técnico que da como resultado un vino muy concentrado, con mucho azúcar y un sabor afrutado. 

El nuevo vino de Bobal dulce.

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