Santi, de Alicante

San­ti Sán­chez.

  • Ali­can­te

  • Mari­na Depor­ti­va, mue­lle 8 Levan­te s/n. Local 4.

  • 965 144 401

  • En invierno cie­rra por las noches. De abril a octu­bre, abre medio­día y noche y cie­rra domin­go noche y lunes.

  • Pre­cio medio por per­so­na: 25–35 €

Producto y calidad con vistas al mar

Ánge­les Ruiz

San­ti es un oasis en el desier­to del Mue­lle de Levan­te en Ali­can­te. Y no es que no exis­tan loca­les don­de dar cuen­ta de una pae­lla o un pes­ca­do fri­to en ese espa­cio marí­ti­mo, es que es el úni­co que ofre­ce la cali­dad, aten­ción y fres­cu­ra que bus­ca­mos.

El nego­cio lo empren­dió San­tia­go Sán­chez Galle­go, padre del actual pro­pie­ta­rio, San­ti, quien empe­zó con una cafe­te­ría y chu­rre­ría para pos­te­rior­men­te mon­tar en Ali­can­te, en la Ave­ni­da de la Esta­ción, la pri­me­ra fran­qui­cia de la mar­ca Sega­fre­do que hubo en Espa­ña. Comen­zó de for­ma modes­ta. San­ti cuen­ta que se hizo con una clien­te­la des­pa­chan­do de bue­na maña­na cara­ji­llos o pon­che en vaso de tubo a los obre­ros de la zona con el doble de alcohol que ponía la com­pe­ten­cia.

Ya en el nego­cio del puer­to, entre litro­nas y pla­tos de len­te­jas, fue­ron mejo­ran­do la mar­cha del nego­cio. Sólo hay que echar un vis­ta­zo a su vitri­na para apre­ciar el sal­to de gigan­te que ha media­do entre aque­llos ini­cios empre­sa­ria­les y el res­tau­ran­te que tie­nen hoy. Esta­mos hablan­do de una vitri­na reple­ta de gam­ba roja de buen cali­bre, quis­qui­lla, ciga­las, gam­ba blan­ca, roda­ba­llo, mero

Pes­ca­do fri­to.

Famo­sos son sus boque­ro­nes al limón, que la clien­te­la soli­ci­ta. Sin una espi­na, ricos en su des­nu­dez con un buen acei­te de cítri­co y pere­jil.

Boque­ro­nes al limón.

Entre las entra­das sor­pren­den las cro­que­tas de coca amb ton­yi­na así como la tor­ti­lla de eri­zos.

La lan­gos­ta con hue­vo fri­to y pata­tas a lo pobre lle­va el toque de la casa, con­sis­ten­te en una sal­sa de gam­bas, tri­gue­ros y toma­te seco. Con­fie­so que no la hemos pro­ba­do, pero no se resis­ti­rá en la pró­xi­ma visi­ta. Tenía­mos el recuer­do tan vivo de la lan­gos­ta Pri­mus inter pares del Molí de la Sal en For­men­te­ra, que no qui­si­mos empa­ñar su memo­ria.

Una de las espe­cia­li­da­des son los pes­ca­dos como el roda­ba­llo o el len­gua­do con piño­nes, la mer­lu­za a la plan­cha, con ajos y gam­bas, o la mer­lu­za ladri­ñan (gam­ba roja, ciga­la y meji­llo­nes).

Mer­lu­za ladri­ñan.

Los arro­ces están bien eje­cu­ta­dos. A ele­gir entre negro; a ban­da; con mani­tas de cer­do, pollo, gar­ban­zos y alca­cho­fas; o con boga­van­te. Este últi­mo se pue­de degus­tar seco o melo­so.

Son reco­men­da­bles los cane­lo­nes de rape, así como la fideuà de gam­bas, atún y cala­mar, que pre­pa­ran al esti­lo ros­se­jat de fideus (los fideos finos se doran –ros­se­jen– antes de coci­nar­los y se ter­mi­nan al horno), un clá­si­co pla­to del rece­ta­rio popu­lar eco­nó­mi­co que pue­de enri­que­cer­se aña­dien­do todo el pes­ca­do y maris­co que se desee. Los fun­da­men­tal es que lle­ve un buen fumet de pes­ca­do, que que­de sabro­so y que los fideos se pre­sen­ten de pie, fir­mes, como sol­da­dos ali­nea­dos en ins­truc­ción. El res­tau­ran­te San­ti lo logra.

Los pos­tres, en cam­bio, mere­cen una revi­sión. No es que no estén bue­nos, es que los tiem­pos van deman­dan­do otras pre­sen­ta­cio­nes que vayan más allá del bar­qui­llo de cane­la, la nata o la cre­ma chan­tilly.

El local es espa­cio­so y las vis­tas a los pan­ta­la­nes del puer­to, con el fon­do del cas­ti­llo de San­ta Bár­ba­ra y la Casa Car­bo­nell, no pue­den ser más boni­tas. San­ti, el pro­pie­ta­rio, ejer­ce de anfi­trión y tie­ne tan­ta expe­rien­cia pro­fe­sio­nal y psi­co­lo­gía adqui­ri­da en barra, que es capaz de fide­li­zar a la clien­te­la con dos ges­tos.

Últi­mas visi­tas 2/6/2023 y 15/6/2023

Fotos: Ánge­les Ruiz. 

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