
Raquel Perramón y Gonzalo Infante en una demostración durante Alicante Gastronómica.
Una pizzería de Alicante entre las 50 mejores de Europa
Ángeles Ruiz
Ahora que tanto hablamos de la pérdida de la comensalidad en los hogares (comer juntos CO=compartir, mensa=mesa) no podemos perder de vista que las pizzas italianas siguen siendo un alimento social dirigido al target de público más joven. Se cortan en porciones, se comen con las manos y se comparten. Esa filosofía sigue la Pizzería Infraganti, un espacio amueblado con largas mesas de madera que los comensales comparten. Sobre ellas, dispuestas en cubiletes, se encuentran las servilletas, los cubiertos, los saleros y las aceiteras. Todo listo para recibir a las reinas de la casa: las pizzas.

Interior de la pizzeria, con sus largas mesas de madera.
A simple vista, la pizza parece un alimento sencillo de preparar. Pero nada más lejos de la realidad. Aunque admiten prácticamente topping de casi cualquier cosa, el secreto está en la base, en la masa. De su confección dependerá que califiquemos una pizza como buena o mala y, lo más importante, que hagamos una óptima o pésima digestión. Y eso lo sabían los propietarios de Infraganti: Raquel Perramón, licenciada en administración y dirección de empresas, y de familia de restauradores con empresa propia (el conocido Grupo Gourmet), y Gonzalo Infante, ingeniero y deportista profesional.
Ellos se dedicaron a buscar a los mejores maestros pizzaolos de los que aprender. En su camino se cruzó Franco Pepe, gurú de la pizza napolitana, al mando del restaurante Pepe in Grani, situado en Caiazzo a 50 kilómetros de Nápoles, y que ha logrado convertir la pizza en objeto de culto de la alta cocina. De él aprendieron las técnicas de panificación y los secretos del oficio.
La masa que emplean en Infraganti está confeccionada sin prisa, la harina la traen de Italia y la someten a una fermentación de 48 horas. Raquel y Gonzalo definen sus pizzas como «espectacularmente sabrosas, nutritivas, con ingredientes frescos, de temporada y de proximidad, que se digieren en un plis».
Por encima: burrrata bien fresca, fior di latte, prosciutto (jamón italiano), salamino (embutido pequeño)… que combinan con los productos de cercanía muchos de ellos procedentes de la huerta Terramón, situada en el municipio de Mutxamel, que abastece a la cadena Gourmet y que sigue criterios de permacultura, respetando el ecosistema natural, en la producción de frutas y hortalizas.
Primero montaron el local en Muchavista en 2019. Después han llegado los locales de Elche, Murcia y el centro de Alicante. Siempre siguiendo el criterio slowgood (lo contrario al fastfood) y que podría resumirse en rico, saludable, sencillo, con ingredientes frescos, sostenible y con desperdicio cero.
El público que frecuenta sus locales suele ser joven. También se ven familias con niños pequeños a los que se dan facilidades con sus sillas especiales. En la carta encontramos los antipasti: focaccia con paté de tomate, hummus, vitello tonnato (roast beef con salsa de anchoas, alcaparras y ralladura de limón), ensalada caprese (burrata, tomate y albahaca.) Después llegan las pizzas; disponen de unas quince diferentes: la Caprichofa, la Infraganti, la Quinta, la Muchavista, la Veganti…

Ensalada caprese.

Pizza de prosciutto e funghi.
Hay pocas concesiones a la dulcería: tiramisú, helados y la estrella de los postres, que han denominado “Lo siento” y consiste en una pizza de nutella y ricotta (requesón).
En pocos años Infraganti se ha situado en la lista de las 50 top-pizzas europeas y entre las siete españolas en 2023. Eso es amor a primera pizza.
Última visita 16/03/2024
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