La gastronomía valenciana vuelve a celebrarse

Gerard S. Ferran­do / Ali­can­te

La gala de pre­mios de la Aca­de­mia de Gas­tro­no­mía de la Comu­ni­dad Valen­cia­na, cele­bra­da en Ali­can­te ha deja­do muchas emo­cio­nes. La gala del reen­cuen­tro, de la ilu­sión, de la espe­ran­za, del resur­gir, de la magia, la osa­día, la ima­gi­na­ción, la pasión de todo un sec­tor que, anclán­do­se en el pasa­do, mira hacia el futu­ro con ilu­sión, sin olvi­dar el pre­sen­te, por­que la vida es el hoy. Esos momen­tos que vivi­mos cada día y que, a veces, pasan des­aper­ci­bi­dos. Esas comi­das coti­dia­nas con nues­tros seres que­ri­dos, el café del desa­yuno, la pae­lla de nues­tras madres, las cenas en casa des­pués de un lar­go día de tra­ba­jo, pero tam­bién el dejar­nos mimar por los y las pro­fe­sio­na­les del sec­tor.

La foto de fami­lia de la gala: Foto: Iván Villa­re­jo.

Salir fue­ra a comer o cenar es mucho más que cubrir nues­tras nece­si­da­des bási­cas. Es sacar a relu­cir nues­tro lado más hedo­nis­ta, más gozo­so, más pla­cen­te­ro al fin y al cabo. Y lo es toda­vía más si se hace con la segu­ri­dad y la satis­fac­ción de saber que se está en bue­nas manos. Manos como las de la Aso­cia­ción de pro­duc­to­res de la alca­cho­fa de la Vega Baja del Segu­ra, que fue­ron, mere­ci­da­men­te reco­no­ci­dos como mejor pro­duc­to del año en la Comu­ni­dad Valen­cia­na. La emo­ción, las pala­bras entre­cor­ta­das, las lágri­mas, y las sin­ce­ras pala­bras de agra­de­ci­mien­to de su pre­si­den­te, Anto­nio Ángel Hur­ta­do, en el momen­to de reci­bir el galar­dón, así lo ates­ti­gua­ban, como tam­bién lo hicie­ron, in situ, los sen­ti­dos aplau­sos del públi­co.

Pre­mio “Mejor pro­duc­to agro­ali­men­ta­rio 2022” para la Aso­cia­ción de pro­duc­to­res de la alca­cho­fa de la Vega Baja del Segu­ra. Foto: Iván Villa­re­jo

Esta era la gala del reen­cuen­tro, sí, y por tan­to, tam­bién la de los abra­zos, arri­ba y aba­jo del esce­na­rio, la de las mira­das cóm­pli­ces, la de los hala­gos mutuos, sí, pero tam­bién la de la con­cien­cia de saber que no siem­pre se pue­den hacer las cosas bien y que, pre­ci­sa­men­te ahí, en el error, o en lo que tal vez no es per­fec­to, son nece­sa­rias figu­ras de crí­ti­cos gas­tro­nó­mi­cos como San­tos Ruiz.

San­tos Ruiz, Pre­mio a Mejor comu­ni­ca­dor gas­tro­nó­mi­co. Foto: Iván Villa­re­jo

Él, que ha sido uno de los gran­des pro­ta­go­nis­tas de pro­yec­tos como las edi­cio­nes en papel del Alma­na­que Gas­tro­nó­mi­co de la Comu­ni­dad Valen­cia­na es, como él mis­mo dijo al reci­bir el pre­mio “el nece­sa­rio Pepi­to Gri­llo de la pro­fe­sión”. Por eso, pero tam­bién por su per­so­na­li­dad, por su expe­rien­cia, por su sabi­du­ría gas­tro­nó­mi­ca el pre­mio de mejor comu­ni­ca­dor del año es más que mere­ci­do.

Emoción de la familia Rioja

La fami­lia Rio­ja con su galar­dón. Foto: Iván Villa­re­jo.

Otro de los momen­tos más emo­ti­vos de la maña­na en esta entre­ga de pre­mios gas­tro­nó­mi­cos de la Comu­ni­dad Valen­cia­na fue cuan­do la fami­lia Rio­ja reci­bió el pre­mio a la mejor tra­yec­to­ria pro­fe­sio­nal. Son más de 100 años, la cuar­ta gene­ra­ción ya de hos­te­le­ros al fren­te de este local emble­má­ti­co de Benis­sa­nó que es la autén­ti­ca cate­dral de la pae­lla. El dis­cur­so de Vicen­te Rio­ja, como no podía ser de otra mane­ra, fue uno de los más emo­ti­vos y en él rin­dió home­na­je a per­so­nas cla­ve en su vida como su padre, pero tam­bién como el chef Qui­que Dacos­ta o el crí­ti­co gas­tro­nó­mi­co antes men­cio­na­do, San­tos Ruiz.

La sostenibilidad del Grupo Camarena, con Mari Carmen Bañuls

Mari Car­men Bañuls, pre­mio a la Sos­te­ni­bi­li­dad. Foto: Iván Villa­re­jo.

El mana­ge­ment y la ges­tión sos­te­ni­ble no ha esta­do exen­to de reco­no­ci­mien­to por la impor­tan­cia en el desa­rro­llo del sec­tor en la implan­ta­ción de bue­nas prác­ti­cas medioam­bien­ta­les, por el res­pe­to al entorno y al terri­to­rio. Es por ello que debi­do a la implan­ta­ción del cul­ti­vo de pro­xi­mi­dad y por la ges­tión de uno de los pro­yec­tos más emble­má­ti­cos de la Comu­ni­dad Valen­cia­na en los últi­mos tiem­pos, la Aca­de­mia ha otor­ga­do el reco­no­ci­mien­to a la “Ges­tión sos­te­ni­ble 2022” a Mari Car­men Bañuls, Direc­to­ra Gene­ral de los Res­tau­ran­tes Habi­tual, Cen­tral Bar, Barx, Cana­lla Bis­tró Y Ricard Cama­re­na Res­tau­rant.

José Manuel Miguel, de Beat, el mejor chef del año

José Manuel Miguel, pre­mio al chef del año. Foto. Iván Villa­re­jo.

Des­pués de la entre­ga de 9 galar­do­nes lle­ga­ba el últi­mo, y más espe­ra­do, que era el del chef del año. Un reco­no­ci­mien­to que en esta oca­sión fue para el chef del res­tau­ran­te Beat de Ali­can­te, José Manuel Miguel. Él, que fue el pri­mer valen­ciano en tener una Estre­lla Miche­lin en París, se acor­da­ba en el esce­na­rio de cuan­do le dije­ron de poner­se al fren­te de un pro­yec­to gas­tro­nó­mi­co en su tie­rra: “Algu­nos me decían que por qué iba a dejar mi pues­to en París para venir­me aquí, pero a mi allí me fal­ta­ban dos cosas muy impor­tan­tes como eran mi tie­rra y mi fami­lia”.

El pre­mio a Mejor jefe de Sala 2022” fue para José Vicen­te Pérez, del res­tau­ran­te El Bres­sol, mien­tras que  el pre­mio “Mun­do del Vino 2022” se lo lle­vó Casa Agrí­co­la de Pepe Men­do­za.

Pre­mio Mejor empre­sa gas­tro­nó­mi­ca 2022 para Cho­co­la­tes Valor. Foto: Iván Villa­re­jo

De la mano de Paco Torre­blan­ca, uno de los mejo­res pas­te­le­ros del mun­do, se ha entre­gó el reco­no­ci­mien­to “Mejor empre­sa gas­tro­nó­mi­ca 2022”, que ha recaí­do en Cho­co­la­tes Valor.

Por su capa­ci­dad de apren­di­za­je, tesón, sacri­fi­cio y valen­tía, la Aca­de­mia pro­po­ne como “Talen­to emer­gen­te 2022” a Fran Espí, del res­tau­ran­te La Sucur­sal, quien ha reci­bi­do el pre­mio de manos de Javier Andrés, quien fue­ra pre­mio Nacio­nal de Gas­tro­no­mía Mejor Jefe de Sala y Direc­tor Gas­tro­nó­mi­co de Gru­po Sucur­sal.

Tras reite­ra­das visi­tas de los aca­dé­mi­cos, la Aca­de­mia ha con­si­de­ra­do que el pre­mio “Res­tau­ran­te Reve­la­ción 2022” debía ser para Espa­cio Mon­to­ro, en Ali­can­te.

Sobre el desa­rro­llo de la gala, y más allá del peque­ño sus­to pro­ta­go­ni­za­do por Óscar Torri­jos cuan­do, lige­ra­men­te marea­do, se vol­vió a su asien­to cuan­do iba a entre­gar uno de los pre­mios, cabe des­ta­car el acier­to de con­tar con un humo­ris­ta como Daniel de la Cáma­ra que le res­tó serie­dad y le dio fres­cu­ra al even­to. Tam­bién el hecho de home­na­jear a cada pre­mia­do con un emo­ti­vo vídeo en el que, per­so­nas de su entorno, o de su tra­ba­jo, apro­ve­cha­ban para feli­ci­tar­les. Sin olvi­dar, por supues­to, el exce­len­te cate­ring final con pro­duc­tos de la huer­ta, la gana­de­ría y el mar valen­cia­nos como la pro­pia alca­cho­fa, los vinos, pero tam­bién el jamón, les coques, los embu­ti­dos y has­ta el agua­ca­te, que tam­bién se pro­du­ce ya en nues­tra fér­til “terre­ta” que tan­to tene­mos que cui­dar, amar y res­pe­tar, así como a los que la tra­ba­jan cada día.

Por­que, como decía el lema de los pre­mios de este año: “La vida sin gas­tro­no­mía no es vida”.

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