Ruzanuvol, la cervecería artesanal ubicada en el barrio de Ruzafa, celebra su decimoquinto aniversario consolidándose como un referente en Valencia para los amantes de la cerveza italiana y las tapas caseras.
Desde su apertura en abril de 2010, el local regentado por los milaneses Bárbara Meloni y Giovanni Re ha apostado por una propuesta singular: ofrecer exclusivamente cerveza artesanal transalpina de los reconocidos productores Birrificio Lambrate y Birrificio Italiano, sin pasta ni café en su carta, y acompañarla de una selección de tapas mediterráneas elaboradas al momento con productos de alta calidad, muchos de ellos adquiridos en el cercano Mercat de Russafa.
«Sabíamos que era una propuesta atrevida porque aquí los hábitos son distintos», recuerda Bárbara, quien, junto a Giovanni y Davide Sangiorgi —este último desde Milán—, ha mantenido intacta la esencia del proyecto: reivindicar la cultura cervecera italiana en España.
De hecho, Ruzanuvol fue pionera en introducir la cerveza artesanal en Valencia y, quince años después, sigue siendo la única cervecería en España que sirve de manera permanente estas referencias de barril, con cinco grifos que abarcan desde la Lager o Pilsner, pasando por la Bock, la IPA, la Black IPA y un grifo rotatorio para estilos más singulares como la Sour o la Weizen. Todas se sirven a una temperatura de entre 4 y 10 grados, «para que se aprecien sus propiedades organolépticas», puntualiza Giovanni.
Para conmemorar el aniversario, el sábado 26 de abril el local recupera sus populares aperitivos, una acción que ya fue un éxito en ediciones anteriores. Además, se lanzarán promociones especiales, como la oferta de dos pintas y un aperitivo a precio reducido, y se presentará una nueva cerveza de tirador: la Opora, una Hazy IPA de Birrificio Lambrate con notas afrutadas de melocotón y mango. En las próximas semanas, los clientes podrán participar en un concurso a través de redes sociales para diseñar su propia piadina; la receta ganadora se incorporará a los fuera de carta y se sortearán premios entre los participantes.
La carta líquida se complementa con una cocina sencilla pero cuidada, en la que destacan platos como la ensaladilla rusa con piparras, sal negra y ralladura de lima; las Bravissima, unas patatas bravas con dos salsas, una de ellas picante; el sándwich de pastrami de tres alturas con mostaza y pepinillos encurtidos en pan artesanal; y la piadina con porchetta, queso scamorza, tomate, lechuga y salsa rosa, ideal para compartir.
La flor de alcachofa, que se sirve los viernes y sábados por la noche como fuera de carta, y las croquetas de pollo son otras de las especialidades más valoradas por la clientela habitual, que destaca también el ambiente familiar y la atención cercana del equipo, muchos de cuyos miembros llevan años en el proyecto.
Ruzanuvol abre los siete días de la semana —de lunes a jueves a partir de las 18:00 y de viernes a domingo desde las 13:00— y ya trabaja en la incorporación de nuevos platos y la ampliación de grifos para seguir sorprendiendo a sus comensales. «La cerveza artesanal con la que trabajamos es diferente y tiene un valor incalculable que seguir defendiendo», afirman los propietarios.
