El secreto de la langosta de Formentera

Juan Lagardera

El secreto mejor guardado de For­mentera –y de Ibiza– se esconde en sus chiringuitos de playa, la mayoría de los cuales se han transformado en verdaderos restaurantes con equipadas cocinas y buen servicio. Muchos de ellos empiezan la temporada en primavera y no cierran hasta bien entrado el otoño. Lejos del verano hay más riesgos pero es mucho más barato y tranquilo.

Sea cual sea el tiempo elegido para acer­carse a las Pitiusas, el pescado fresco del día llega a muchos de sus chiringuitos. Comerlo es un placer de dimensiones casi homéricas, un lujo asequible que se puede compartir con gente de París, Londres, Milán o Munich cualquier fin de semana de escapada a las islas.

Langostas de Formentera.

Sólo en los chiringuitos pitiusos se puede ver con frecuencia descorchar botellas del mejor champagne francés, y algunos de Formentera están acostum­brados a recibir al caprichoso séquito de la familia real saudita. Entre otras cosas porque los chiringuitos de playa han evolucionado y mucho. Siguen respe­tando su enclave privilegiado, pero en muchos casos se trata de instalaciones más sólidas que un simple chamizo. Y suelen obtener el género directamente de sus propios pescadores, conservando las mejores tradiciones culinarias de las islas.

Los de Formentera se han especializado en la caldereta de langosta, y al hilo –a los bigotes más propiamente–, de este crus­táceo han levantado toda una leyenda. Porque sabido es que la langosta medi­terránea es más pequeña y más sabrosa que la atlántica. Tiene nombre propio incluso, Homarus Gammarus, y gusta de acercarse a las rocas en busca de alimento apetitoso: es entonces cuando se pesca, mediante grandes cestos que se alojan en el fondo marino a modo de trampas. Lo que no está tan claro es que las langostas de Formentera sean tan diferentes a las de Menorca, las del canal que separa esta última isla de la de Mallorca, aunque sea al norte, en Fornells, donde han criado fama regia.

Caldereta de Langosta.

Caldereta de langosta.

En Formentera aducen que sí, que son diferentes a las que se comen en For­nells, más finas y sedosas, insisten. Sea como fuere, resulta un tentador ejercicio dedicarse a comer langosta aquí y allá tratando de encontrar el secreto de la misma. En Formentera, desde luego, las calderetas son gloriosas, aunque convie­ne saber que se consumen tantas que las locales –diferentes o no– se agotan enseguida, y que pronto echan mano de las menorquinas… y que estas últimas también desaparecen entrado el verano y hay que traerlas, entonces, de donde sea.

La caldereta, por lo demás, es una sopa o caldo de claras raíces mediterráneas, cuyos ecos se encuentran en la bullabesa, el suquet y otros fondos de pescado. Según y como, porque cada sitio tiene su receta, lleva tomates, ajos, cebollas, pimientos verdes, puerros, zanahorias… hay quien le pica un huevo duro o las huevas del animal, y quien le echa vino blanco, o la deja reposar una mañana… en fin, cada cocina obra un milagro que, a orillas del mar de Formentera sabe a gloria.

La ruta de la Caldereta de Langosta en Formentera

Es Molí de Sal

Ses Illetes

Tel 971 187 491

www.esmolidesal.es

Abierto todos los días. Vacaciones: de octubre a mayo

Servicio a embarcaciones

Latitud: 38° 45’ 2 n | Longitud: 1° 25’ 9 e

Caldereta con  arroz y tostones

Sala Es Molí de Sal.

No es un chiringuito sino un antiguo molino de sal protegido que se ha restaurado con un toque moderno. Al estar situa­do en alto, sus vistas sobre el mar son asombrosas y aunque afuera esté cayendo toda la so­lana posee una umbría natural muy agradable. El fondeadero cercano hace que sea muy fun­cional para los marinos vacacio­nales. Su caldereta de langosta tiene la gracia de que se sirve con arroz blanco y tostones de pan para poder aprovechar mejor el caldito. La bodega es buena y tiene una excelente carta de whiskies. Siempre hay famosos en verano, altobur­gueses valencianos, y chicas y chicos espectaculares. Su alma, sin embargo, pertenece a Joan Yern, un restaurador de aspecto tan entrañable como cosmopo­lita, para quien en su cocina se prepara la mejor caldereta de las Baleares, y de cuya receta no suelta ni una.

 

Juan y Andrea

Ses illetes

Tel 971 187 130 – 606 456 672

www.juanyandrea.com

Abierto todos los días. Vacaciones: De octubre a mayo

Servicio a embarcaciones

Latitud: 38° 45’ 2 n | Longitud: 1° 25’ 9 e

En la arena misma

Juan y Andrea, comer en la misma arena.

Es el chiringuito de Illetes que se contrapone a Es Molí. Su servicio de zodiacs para llevar la comida a los barcos es muy eficaz. Está al borde, borde de la finísima arena de esta playa, una de las más bo­nitas y cómodas que uno pueda encontrarse en el Mediterráneo. De hecho, algunas de sus mesas están situadas en la misma arena, junto a las dunas, y cuentan con sistema de humedad por goteo. Su caldereta de langosta –con vivero propio– es excelente. En la temporada alta hay que reser­var porque se pone de bote en bote, con abundancia de clientes italianos y gentes procedentes de las embarcaciones de recreo. Los hijos de Juan y Andrea han dinamizado y modernizado el negocio. Andrea sigue al pie de la arena, elaborando unas tartas maravillosas.

 

Tanga

Playa de Llevant
Tel 971 187 905

restaurantetanga.es

Abierto todos los días. Vacaciones: de octubre a mayo

Servicio a embarcaciones

Latitud: 38° 44’ 74 n | Longitud: 1° 26’ 35 e

Langostas con certificado de Formentera

Restaurante Tanga.

Al otro lado de Illetes, en la playa de Llevant, lleva un cuarto de siglo el Tanga, sostenido por un excelso tronco del que pende la gran cubierta de este chiringuito que más bien parece una construcción del África tropical, salvo que en vez de elefantes y sabana hay un mar turquesa y unas langostas autóctonas sin parangón. Rafael Tur es el alma de este local, un isleño de verdad que confirma el certificado de sus crustáceos, alimentados en las aguas de Formentera y, gracias a ello, con un sabor especial, más intenso. Su propio padre es un experto pescador de langostas, y su conocimiento ha sido transmitido al Tanga, cuyas calderetas –también con arroz y tostones– son excepcionales.

 

 

 

Suscríbete al boletín

Noticias, críticas de restaurantes, catas de vinos y aceites, etc.