Texto: Ángeles Ruiz
Corría el año 1928 cuando Bernabé Ivorra Llorens y su mujer Francisca Ivorra se convirtieron en “tablajeros” en el Mercado Central de Alicante. Con este nombre se define a las personas que cortan, preparan, limpian, pesan y vende al público carne de animales. Antes de eso, vendían su producto de casa en casa y tenían una tienda en la calle Santa Isabel que alcanzó fama de calidad y en la que elaboraba embutido típico de la Marina Baixa.
El patriarca Bernabé, junto a su hijo, Jaime Ivorra Ivorra, estuvo instalado en el mercado unos años prácticamente sin infraestructura. Por aquel entonces sin frío industrial, con una simple tabla de madera haciendo las veces de mostrador y unos ganchos para colgar la mercancía. Después el negocio prosperó y padre e hijo montaron una charcutería. Ya entonces comenzaron el camino de la especialización, trayendo quesos y elaborando embutidos menos comunes.
Hoy, otros dos Jaimes Ivorra, nieto y bisnieto del fundador, regentan uno de los mejores puestos del Mercado Central de Alicante. No hay más que echar un vistazo al mostrador, donde reinan exquisitos patés, quesos de todos los rincones de Francia, Suiza y España, embutidos tradicionales, jamón, salazones…
Siguiendo la tendencia que se está extendiendo en el mercado, de abrir barras de picoteo y restaurantes, ellos han montado dos mesas, tan sólo dos, en un rinconcito del puesto. Los viernes y sábados hay que reservar porque el espacio está solicitado, y es porque ofrecen a su clientela quintos de cerveza bien fría, algún vino seleccionado y delicatessen de todo tipo al corte. Si Jaime padre no tiene cola en el mostrador, también puede servir una pequeña ración de amena conversación salpicada de jugosas anécdotas del Mercado Central y de personajes alicantinos de otro tiempo. Su hijo, mientras tanto, se ocupa de atender con buen acento inglés a la clientela internacional que visita y compra en el puesto. ¡Otra generación!
El mercado Central de Alicante, que ya ha cumplido los cien años, es una obra de los arquitectos Juan Vidal y Francisco Fajardo, clasificada conceptualmente como de estilo ecléctico con ornamentos de modernismo valenciano. Este espacio está viviendo un resurgir de su comercio y como punto de encuentro de cerveceo y tapeo. El puesto de los Ivorra es un buen ejemplo de ello.