Vuelve Carolina

Un local vanguardista con platos únicos

Car­los López

Vuel­ve Caro­li­na bus­ca poner en valor un lugar que siem­pre le ha encan­ta­do y que ha sido todo un reto para Qui­que Dacos­ta: la barra. A par­tir de este con­cep­to hay una ofer­ta de tacos, tapas, molle­tes, pes­ca­dos y car­nes don­de el estu­dio de los ingre­dien­tes per­mi­te, jun­to al pro­duc­to y las téc­ni­cas de coci­na inno­va­do­ras, crear pla­tos úni­cos.

Tapas basa­das en la tra­di­ción con toque dife­ren­te. Todo ello dis­cu­rre en un local van­guar­dis­ta, des­en­fa­da­do, con ambien­te social y diver­so, don­de la bode­ga tie­ne un papel prin­ci­pal con nume­ro­sas refe­ren­cias de vinos nacio­na­les e inter­na­cio­na­les en la que des­ta­ca una gran selec­ción de vinos por copas.

Encon­tra­mos una gas­tro­no­mía com­pro­me­ti­da. Tra­di­ción e inno­va­ción se abra­zan en la pro­pues­ta de Adrián Sán­chez, que diri­ge una coci­na sin ata­du­ras, don­de el tra­ba­jo en equi­po es pri­mor­dial. La crea­ti­vi­dad está al ser­vi­cio de una coci­na de raí­ces, con pro­duc­tos coci­na­dos de mane­ra muy sin­gu­lar.

La barra de Vuel­ve Caro­li­na se trans­for­ma en una cevi­che­ría. Ofre­ce pla­tos úni­cos basa­dos en la tra­di­ción perua­na, siem­pre bajo el códi­go casual food e inno­va­dor que defi­ne a este local. Resal­ta el mes­ti­za­je gas­tro­nó­mi­co, en el que se pue­den encon­trar los pes­ca­dos y maris­cos de nues­tro Medi­te­rrá­neo (quis­qui­lla, sal­mo­ne­te, cor­vi­na, gam­ba) y ver­du­ras de nues­tra huer­ta, con­vi­vien­do con el rece­ta­rio de pro­duc­tos autóc­to­nos pro­ce­den­tes de arte­sa­nos y pro­duc­to­res de Perú. Color, sabor y exclu­si­vi­dad defi­nen esta coci­na.

Tab­bou­leh esti­lo magre­bí con hino­jo a la bra­sa.