Casa Guillermo

Barra de Casa Guillermo.

La Barra de Casa Gui­ller­mo.

  • VALENCIA

  • Carrer del Pro­grés, 15

  • 963 679 177

  • Abre de lunes a sába­do: de 10 a 16 horas y de 19:30 a 23:30 horas. Cie­rra: Domin­go.

Mucho más que las mejores anchoas

Maje Mar­tí­nez

En 1957 arran­ca­ba, en pleno Caba­n­­yal-Can­­ya­­me­­lar, Casa Gui­ller­mo,  como bode­ga de ven­ta de vinos y lico­res a gra­nel, y sin tener gran­des nocio­nes de mar­ke­ting más allá del “prue­­ba-error”. Las bebi­das se acom­pa­ña­ban con algo de con­ser­vas, cha­ci­nas y encur­ti­dos para el dis­fru­te y fide­li­dad de luga­re­ños y gen­tes de paso. El espí­ri­tu empren­de­dor de Gui­ller­mo Madri­gal y Car­men Balles­ter les lle­vó a seguir inno­van­do para sor­pren­der a sus clien­tes, en una épo­ca en la que la hos­te­le­ría valen­cia­na se basa­ba en el con­cep­to más sim­ple y prag­má­ti­co de ali­men­tar al ham­brien­to.

Anchoas de Guillermo.

Anchoas de Gui­ller­mo.

Era un Caban­yal que toda­vía esta­ba lejos de con­ver­tir­se en des­tino turís­ti­co y zona gas­tro de moda, y las anchoas del Can­tá­bri­co lle­ga­ron como nove­dad de la mano de Gui­ller­mo, y lo hicie­ron para que­dar­se. No con­ten­to con traer­las fres­cas y de gran cali­dad, con una leve con­ser­va en sal, tiró de nue­vo del “prue­­ba-error” (desalar, des­es­pi­nar, ali­ñar, des­ali­ñar, pren­sar más o menos…) has­ta dar con la fór­mu­la arte­sa­na pro­pia y con­ver­tir en icono la sen­ci­llez: anchoas de pri­me­ra, acei­te y las­cas de ajo (pue­des apren­der cómo las hacen en este link). Sesen­ta y seis años des­pués, con­ti­núan sien­do la estre­lla de esta taber­na con encan­to, que es un impres­cin­di­ble en el Caban­yal y que muchas veces pasa des­aper­ci­bi­da por el rui­do de las modas y las nue­vas licen­cias en la zona.

Casa Gui­ller­mo ha sabi­do man­te­ner su filo­so­fía, su iden­ti­dad y su auten­ti­ci­dad pese a las ten­den­cias y el cam­bio gene­ra­cio­nal, algo que se agra­de­ce en una era en la que cada día sur­gen con­cep­tos, ofer­tas e ideas que satu­ran el mer­ca­do, con­fun­den a los clien­tes y tie­nen fecha de cadu­ci­dad. La hija de los fun­da­do­res, Ampa­ro Madri­gal, ha sabi­do con­ser­var y pres­ti­giar la ofer­ta, y cre­cer con un equi­po fan­tás­ti­co en sala que siem­pre te hace sen­tir como en casa. Tan­to es así, que muchas caras cono­ci­das tie­nen esta taber­na entre los favo­ri­tos, y mues­tra de ello son las foto­gra­fías que cuel­ga de las pare­des de la zona de barra.

Titaina del Cabanyal.

Titai­na del Caban­yal.

El techo de cris­tal de Casa Gui­ller­mo lo mar­can las anchoas, que son el pla­to que nin­guno supera en deman­da. De hecho, nun­ca fal­ta en nin­gu­na coman­da, pero ya se con­vier­ten en míti­cas otras de las refe­ren­cias de una car­ta que ha cre­ci­do en can­ti­dad de ela­bo­ra­cio­nes (unas cin­cuen­ta) y en bode­gas de las que nun­ca fallan, pero sin per­der un ápi­ce de su ori­gen has­ta el pun­to de man­te­ner las rece­tas a la anti­gua usan­za.

Mues­tra de ello es la titai­na del Caban­yal, impe­ca­ble, ser­vi­da como un gui­so y acom­pa­ña­da con pan. Nada más, y nada menos. La mor­ci­lla de orza de Tori­bio, de Xiri­ve­lla, es una ver­da­de­ra deli­ca­tes­sen que ya mar­có ten­den­cia y se man­tie­ne, o las habas coci­das con ese pun­to de jamón; las cló­chi­nas, telli­nas, gam­bas o quis­qui­llas en tem­po­ra­da, coci­das o a la plan­cha, son una per­fec­ta mues­tra del Medi­te­rrá­neo que prác­ti­ca­men­te se escu­cha des­de la entra­da al local.

Habitas con gulas en Casa Guillermo

Habi­tas con gulas.

No fal­tan unas gulas con habi­tas baby o las alca­cho­fas, así como un buen torrezno o cro­que­tas case­ras. Hay boca­di­llos y tos­tas gour­met tan­to para almuer­zo, ape­ri­ti­vo, comi­da o cena y se ha intro­du­ci­do car­nes de gran cali­dad a la plan­cha para com­ple­men­tar. Casa Gui­ller­mo es el lugar que siem­pre vie­ne bien, que siem­pre gus­ta, es regu­lar y para todos los públi­cos (gen­te de tra­je, turis­tas, fami­lias, ami­gos…) y para todos los bol­si­llos.

Es un fon­do de arma­rio gas­tro­nó­mi­co con una nada des­pre­cia­ble terra­za para las noches de verano. Sobrio, aco­ge­dor, con asien­to en tone­les, en mesa o en barra, nos recuer­da que a las per­so­nas nos gus­ta dis­fru­tar de la alta gas­tro­no­mía pero lo sim­ple, sen­ci­llo y tra­di­cio­nal es una opción de dia­rio y que pocas veces defrau­da y que nos une. Lar­ga vida a las barras en taber­nas autén­ti­cas. Hagá­mos­las visi­bles a las futu­ras gene­ra­cio­nes.

Visi­tas rea­li­za­das el 3 de abril, 3 de mayo y 19 de mayo de 2023

Pin­char en las imá­ge­nes para ver­las amplia­das y en carru­sel.

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