Anna Recatalà
Cuenta el emprendedor Antonio Fornés que gracias a su inconformidad y constante búsqueda de las cosas que le ilusionan, el Carnot apareció en su vida. Hace aproximadamente seis años, este creativo que había pasado del sector de la publicidad a tener una tienda propia en el centro de Denia con productos de kilómetro cero, típicos del interior de la comarca de La Marina, descubrió que existía un licor tan popular como la Coca-Cola y que su sabor era una herencia del territorio que habitaba.
«Fernando París, un vecino de la localidad, vino a mi tienda para darme la enhorabuena y aprovechó para comentarme que no veía el licor por excelencia. Yo no sabía a qué se refería, vendía Cazalla y Mistela, no tenía constancia de otro licor de la zona. Fue ese día cuando escuché por primera vez la palabra Carnot», confiesa Fornés.
Tras un tiempo investigando, Antonio Fornés descubrió que el Carnot era una de las bebidas espirituosas más antiguas de Denia y que acabó desapareciendo debido al surgimiento de nuevos refrescos y a que el Sifón y el Agua de Seltz ‑productos con los que se combinaba- dejaron de comercializarse.
Una apuesta absoluta por el Carnot
El amor por Denia y por la tradición ha llevado a Antonio Fornés a dedicarse en cuerpo y alma a su nuevo proyecto: Bodegas Carnot, una empresa que ha recuperado la receta original del licor Carnot, y la comercializa y adapta a los nuevos tiempos.
«Esta bebida es una maceración de diecisiete hierbas autóctonas de La Marina Alta. Antiguamente se cogían de nuestra montaña, el Montgó, pero ahora es un parque natural protegido. Con mucho cariño, examinamos y seleccionamos lo que son las flores en sí y la metemos en un tonel con alcohol de alta calidad. Cada semana hacemos revisiones, removemos la mezcla para que coja bien el sabor y cuando vemos que está en su estado óptimo, filtramos y embotellamos. Este proceso suele tardar entre dos y dos meses y medio», explica el experto.
Fornés confiesa, además, que este proyecto no hubiese sido posible sin la ayuda de Rafael Marsal y Josep Bordehore, dos dianenses que conocieron de primera mano el Carnot, así como numerosos historiadores y hosteleros de la zona que le asesoraron hasta dar con la fórmula exacta y que tan popular se hizo en la Denia de hace más de medio siglo.
La nueva era del licor de hierbas de Denia
Antonio Fornés lleva el Carnot allá donde va. En la actualidad, y gracias a la expansión de la marca, este licor de hierbas ha trascendido fronteras y se comercializa en Sevilla, Barcelona y por supuesto, en la zona de Valencia y Alicante.
El empresario ha mantenido un Carnot con todo su sabor y esencia intactos, pero ha querido dar un toque más contemporáneo a la forma de beber el licor, más adaptado a los tiempos que vivimos para conseguir seducir a los paladares jóvenes. Con el slogan «¿Eres más clasicot o modernot?», el ex publicista propone varias combinaciones dependiendo de si eres más afín a los sabores dulces o secos: Con Tónica o Sprite o con un granizado de limón y hierbabuena bautizado como Granota.
«Cuando hueles el Carnot es dulce, como un vermut, en cambio cuando te lo tomas es amarguito, por eso es necesario que vaya acompañado de una bebida carbonatada o más bien tirando a dulce o seca. Es una bebida diferente, que engancha, y además es 100% natural, no tiene azúcares ni esencias químicas, y sienta muy bien» concluye.