La Chaine, la despensa de los grandes restaurantes

La empresa de distribución de los hermanos Cadenas ofrece los mejores productos gourmet y delicatessen a tiempo, y garantizando la mejor conservación, para los mejores locales y chefs «de su casa».

Las mejo­res his­to­rias empie­zan a veces por casua­li­dad. La de La Chai­ne —sinó­ni­mo en las mejo­res coci­nas valen­cia­nas de deli­ca­tes­sen y pro­duc­tos gour­met— es una de ellas. Luis y Pau Cade­nas son dos her­ma­nos que siem­pre han teni­do dos pasio­nes: cono­cer mun­do y la bue­na mesa y, un día, las dos se unie­ron. «Nos gus­ta­ba mucho via­jar por las Lan­das fran­ce­sas, al sudoes­te del país, la tie­rra del foie gras, y siem­pre vol­vía­mos con algún encar­go de nues­tra madre. Si no era un Foie Gras era un vino o cual­quier otra cosa», expli­ca Luis.

Luis Cade­nas con los pro­duc­tos.

La cali­dad, el buen pre­cio, y el hecho de que eran pro­duc­tos de muy alta gama difí­ci­les de com­prar en el mer­ca­do local hizo que la voz se fue­ra exten­dien­do por Roca­fort, el peque­ño pue­blo pró­xi­mo a don­de viven. «Pri­me­ro era mi madre que pedía una cosa, lue­go sus ami­gas que pedían otra… y lue­go era mucha gen­te pidien­do muchas cosas. Al final deci­di­mos que esto podía ser un nego­cio ren­ta­ble… y así nació La Chai­ne», aña­de Pau. «Hoy —se ríe— nos lla­ma­rían empren­de­do­res, pero enton­ces se decía “bus­car­se la vida”».

Así, bus­cán­do­se la vida, La Chai­ne se ha con­ver­ti­do un sello de refe­ren­cia a nivel local que ha exten­di­do su pres­ti­gio por toda Espa­ña, en un tipo de coci­nas uni­das por un nexo en común: quie­ren lo mejor. Y en la empre­sa —cuyo nom­bre es La Chai­ne, el sobre­nom­bre que les pusie­ron sus com­pa­ñe­ros del Liceo Fran­cés a los her­ma­nos Cade­nas— estos pue­den encon­trar cer­ca de mil refe­ren­cias de deli­ca­tes­sens y pro­duc­tos gour­met de cual­quier cate­go­ría. Hay vinos, jamo­nes, que­sos, con­ser­vas, tru­fas, foie, hela­dos, acei­tes…

«Nos vie­ne de fami­lia, nos gus­ta la bue­na mesa. Hace­mos nues­tros pini­tos en la coci­na, [son miem­bros de una socie­dad gas­tro­nó­mi­ca que ellos mis­mos con­tri­bu­ye­ron a fun­dar: La Lima] pero no somos exce­len­tes coci­ne­ros. En cam­bio, sí que somos bue­nos encon­tran­do pro­duc­tos que tie­ne algo espe­cial, de peque­ños pro­vee­do­res que apues­tan por un pro­duc­to muy arte­sa­nal y que uti­li­zan los mejo­res ingre­dien­tes», apun­ta Luis.

Buscadores del mejor producto

Pro­duc­tos de pri­me­ra cali­dad.

«Somos bue­nos encon­tran­do el mejor pro­duc­to —aña­de Pau— y lle­ván­do­lo de un lugar a otro. Man­te­ner la cali­dad en un res­tau­ran­te es muy difí­cil, y eso lo sabe­mos, así que sole­mos decir que somos con su otra des­pen­sa. Nues­tras entre­gas se hacen en el mis­mo día si es en Valen­cia con nues­tra pro­pia flo­ta de dis­tri­bui­do­res, y en un máxi­mo de 24 horas si es en la penín­su­la».

Y si hay un pro­ble­ma, se resuel­ve con una lla­ma­da. La empre­sa pre­su­me de que siem­pre hay una per­so­na al otro lado del hilo tele­fó­ni­co y no una máqui­na que va sol­tan­do núme­ros en fun­ción del depar­ta­men­to con el que se quie­re hablar. Tra­tan a sus clien­tes como les gus­ta que les tra­ten a ellos.

Garan­ti­zar la mejor cali­dad en la mesa obli­ga a extre­mar el celo en los envíos. Para evi­tar pro­ble­mas, fue­ra de Valen­cia no se hacen envíos los vier­nes —sal­vo que el clien­te lo soli­ci­te— para evi­tar que ten­gan que pasar el fin de sema­na en un alma­cén. «Pre­fe­ri­mos guar­dar­lo en el nues­tro, en las mejo­res con­di­cio­nes, que arries­gar­nos a que lo que reci­ba el coci­ne­ro esté dete­rio­ra­do por retra­sos en las entre­gas», seña­lan. Que no se rom­pa la cade­na del frío —entre ‑19 y ‑18 si es un pro­duc­to con­ge­la­do; entre 4º y 8º si es frío; a tem­pe­ra­tu­ra con­tro­la­da si es un seco— es una de sus máxi­mas preo­cu­pa­cio­nes.

Aun­que el grue­so del nego­cio de La Chai­ne son los res­tau­ran­tes más selec­tos, tam­bién ofre­cen sus ser­vi­cios a los «chefs de su casa», aque­llos que dis­fru­tan pasan­do horas en los fogo­nes para los suyos o sus ami­gos. Para ellos hay doce­nas de rece­tas con los mejo­res pla­tos y un news­let­ter en el que van aña­dien­do algu­nas más, tips, con­se­jos… que les dan los chefs de los res­tau­ran­tes para com­par­tir y todo lo que pue­da ser­vir para sacar el máxi­mo par­ti­do a los pro­duc­tos que ofre­cen.

En Fran­cia es don­de empe­zó a ger­mi­nar el nego­cio de los her­ma­nos Cade­nas, pero su catá­lo­go se ha ido abrien­do a otras gas­tro­no­mías. Su catá­lo­go inclu­ye muchos pro­duc­tos pro­pios del mer­ca­do latino (nachos, pas­ta achio­te, yuca, toma­ti­tos ver­des, jala­pe­ños…), asiá­ti­co (sal­sas, con­di­men­tos, espe­cies, algas, fideos…) y gie­gos (kesos feta, acei­tu­nas kala­ma­ta; pas­ta katai­fi, papa­dum o brick…).

Descubrir un plato, buscar el mejor ingrediente

Selec­ción de pro­duc­tos de La Chai­ne.

«Inde­pen­dien­te­men­te del pro­duc­to, para que lle­gue a nues­tro catá­lo­go el reco­rri­do es siem­pre el mis­mo. Encon­tra­mos un pla­to que nos gus­ta, bus­ca­mos la mate­ria pri­ma con la mejor cali­dad, y enton­ces los incor­po­ra­mos», expli­ca Luis. Su her­mano aña­de que «tam­bién tie­ne que ser de un pro­duc­tor que cum­pla una serie de cri­te­rios, como que el pro­ce­so de ela­bo­ra­ción emplee téc­ni­cas arte­sa­na­les y que no esté tan preo­cu­pa­do por encon­trar nue­vos clien­tes como en dar lo mejor a los que ya tie­ne. Tene­mos que trans­mi­tir a los res­tau­ran­tes la con­fian­za que noso­tros tene­mos en nues­tros pro­vee­do­res. La Chai­ne es tam­bién una cade­na de valor».

Uno de los ser­vi­cios más valo­ra­dos de los res­tau­ran­tes que tra­ba­jan con La Chai­ne es el con­cep­to de que son «la otra des­pen­sa». En su web, los res­pon­sa­bles de las mejo­res coci­nas de Valen­cia pue­den com­ple­tar una ficha en «Mis habi­tua­les», en el que lis­tan los pro­duc­tos más deman­da­dos en sus exi­gen­tes car­tas. Se ase­gu­ran así de que nun­ca les fal­te de nada sin nece­si­dad de hace aco­pio de exis­ten­cias. Un aho­rro en espa­cio (nun­ca sobra) y redu­ce al míni­mo las tan temi­das mer­mas por cadu­ci­dad o por­que un impre­vis­to afec­ta al pro­duc­to.

Los pro­duc­tos estre­lla para estas navi­da­des son el Foie Gras en sus dife­ren­tes ver­sio­nes (Mi-cuit, bloc, fres­co…), el con­fit de pato, los jamo­nes y embu­ti­dos ibé­ri­cos, los dul­ces y algu­nos que­sos espe­cia­les como el pecu­liar Tête de Moi­ne con su carac­te­rís­ti­ca Giro­lle para cor­tar­lo en for­ma de finas rosas. Ade­más, rea­li­zan dife­ren­tes ofer­tas de ces­tas navi­de­ñas y en su web ofre­cen la posi­bi­li­dad de que cada clien­te mon­te su pro­pia ces­ta per­so­na­li­za­da

¿El futu­ro? «Como todos, que­re­mos seguir cre­cien­do, pero no es una obse­sión. Como se dice aho­ra, lo nues­tro es más orgá­ni­co: los nue­vos clien­tes sue­len lle­gar reco­men­da­dos por otro, hacen un peque­ño pedi­do de prue­ba… y lue­go no pue­den vivir sin noso­tros», se ríe Luis. «Lo que no que­re­mos es que lle­gue el día en el que alguien lla­me y le atien­da un con­tes­ta­dor. Se habrá roto la cade­na», rema­ta Pau.

  • VALENCIA

  • Vicent Canet, 25

  • Luis: 610 414 985  | Pau: 607 214 169
  • Abre de lunes a vier­nes labo­ra­bles de 9 a 18 horas.

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