Mesón Ino, de Mutxamel

  • Virgen del Pilar, 94. Mutxamel

  • 965 951 422 / 965 953 099

  • Cierra miércoles

Mesón tradicional

Ángeles Ruiz

La palabra mesón según la RAE es un «establecimiento típico donde se sirven comidas y bebidas», y también un «hospedaje público donde por dinero se daba albergue a viajeros, caballerías y carruaje» ha dejado de emplearse, habiéndole ganado la partida el vocablo taberna o el término restaurante, mucho más extendidos.

Y eso es lo que pasa en el Mesón Ino, donde el espacio, la decoración con cuadros de bodegones y ruedas en el techo, y la comida en su aspecto más amplio recuerdan a otro momento. Aquel en que las espumas y las esferificaciones estaban muy lejos de nuestras dietas. Pero como lo bueno y de calidad nunca pasa de moda, por más bistró, skybar o rooftop que prosperen en nuestras ciudades, continúa exhibiendo una dirección muy recomendable.

Los propietarios son tres hermanos: Antonio, Miguel y Mercedes Riera. El hermano mayor Inocencio, Ino para los amigos, que da nombre al local, se jubiló. En barra y pendiente de muchas cosas, con ojos hasta en la espalda, está Silvia Berenguer.

Mesa y mantel frente al rótulo en cerámica del Mesón Ino.

Lo abrieron sus padres en el año 1963. Estuvieron 17 años en Tángel hasta que se trasladaron a su ubicación actual en Mutxamel, donde ya llevan 45 años. En 1998 decidieron ampliar negocio. Y para ofrecer una manera más informal y desenfadada de comer, abrieron Las Tapas de la Yaya (en la calle Salvador y Vicente Perez Lledón nº6).

La clientela de Ino está muy fidelizada. Llevan toda la vida viniendo a este local para disfrutar de sus anchoas del Cantábrico y sus carnes a la brasa. Ofrecen algunos entrantes de casquería que merece la pena solicitar, como el hígado y los riñones de cordero, sobre cuya pista nos puso la gourmet Maribel Vegara. Brillan en el capítulo de carnes, en el que destacan un buen codillo de cordero, una paletilla de cabrito y una pierna de cabrito al horno excelentes.

Siempre hay platos de cuchara. Sirven la tradicional olleta de lunes a viernes y en temporada de caza menor, alubias con perdiz.

Olleta.

Los lunes, día difícil para comer fuera porque cierran muchos restaurantes, ellos se marcan un cocido completo. Tanto es así que no es extraño ver a los vecinos del barrio llevándose raciones en tupperwares a su casa. De cara al fin de semana crece la alegría y la barra luce con pescado fresco y algunos mariscos.

Anuncian que sus ensaladas están preparadas con el famoso tomate de Mutxamel, en otro tiempo prácticamente desaparecido. La temporada es de junio a septiembre. Se distingue porque es un tomate de buen tamaño, de piel fina y forma acostillada con surcos, de cuello color verde oscuro y cuerpo rojo intenso.

Ensalada de tomate de Mutxamel y anchoas del Cantábrico.

El postre estrellas es el souflé, un bizcocho mojado en mistela con helado de chocolate, nata, mantecado y merengue, que flambean en la mesa con ron y Cointreau a la vista del comensal.

Para ofrecer un vino de la casa hace años que escogieron la bodega de Salvador Poveda, ahora MG Wines. Lo embotellan para ellos desde sus comienzos y así sigue haciéndolo la nueva propiedad.

Desbordados como andamos por tanta modernez, de vez en cuando viene bien que un establecimiento nos recuerde de dónde venimos y que no hace tanto tiempo que contábamos en pesetas. Por cierto, el ticket medio es correcto, diría que ajustado.

Última visita 15 de marzo de 2025

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