
Un templo del arroz en Alicante
Ángeles Ruiz
El restaurante Govana, situado frente al Museo Arqueológico de Alicante (MARQ) es un restaurante de gestión familiar, que ha sido y sigue siendo un templo del arroz en Alicante. Su propietario Pepe López lleva medio siglo entre fogones y que cuenta con relevo generacional; su hijo José Antonio, le acompaña en la cocina y su hermano Ruben, en sala.
Cuando alguien hace la habitual pregunta de dónde se come buen arroz en Alicante, entre las recomendaciones siempre se cuela una visita al Govana para degustar su arroz con pata. Y desde luego tiene justa fama. Se trata de un arroz de los que hacen historia. Es palatalmente una delicia. No se pueden despegar los labios de la gelatina que contiene. Buen sabor, buen punto de grano, excelente en todas las ocasiones que lo hemos probado.
Pero Govana, es más que arroz con pata, aunque muchos alicantinos y alicantinas lo identifique con este plato. Por ejemplo, su arroz de pollo y conejo también es de antología porque estas carnes las acompañan con blanquito o blanquet, un embutido tradicional de la Comunidad Valenciana. Se llama así por su aspecto, de color claro. Está a medio camino entre una morcilla y una salchicha. Se suele consumir crudo acompañado de una hogaza de pan, como aperitivo y resulta indispensable en la elaboración de algunos platos fundamentales de la coquinaria alicantina como el putxero. Poseo un sabor muy característico, algo dulzón debido a las especias que contiene, que suelen ser canela, calvo y pimienta.
Volviendo al arroz de pollo y conejo, también incluye otros embutidos que le dan sabrosura, como la morcilla y el chorizo. Por si faltaba algo, lleva los ingredientes típicos de los arroces hechos al horno y que se preparados para aprovechar las sobras del puchero: garbanzos, tomates y patatas panaderas.
También es un acierto pedir el arroz de magro y verduras que lleva coliflor, pimiento rojo, calabacín y berenjenas.
Otros arroces de carne destacados en el Govana son el de cebolla y magro de cerdo, el de conejo y caracoles y el arroz con costra (abstenerse los puristas de la secta del arroz con costra ilicitano preparado en costrera.)
Entre los arroces de pescado es recomendable el de rape y almejas, el de cebolla y atún, el negre. Aunque también ofrecen en carta el clásico arroz turístico a banda y el lujoso de bogavante.
En cualquiera de estos casos, pidiendo arroz aquí, se acierta. El mínimo de comensales para solicitarlo es de dos personas y se pueden pedir dos arroces distintos en cada mesa.
Otro fuerte de la casa son los platos de cuchara especialmente las alubias que elaboran con pata de ternera, con almejas y con bogavante.
En el capítulo de entrantes destaca los clásicos: variado de salazones alicantinos y la ensalada templada de capellanes, o el tomate trinchado con ventresca de atún.
La alcachofa con foie caramelizado, las croquetas o las gambas al ajillo (que son de buen calibre) también son una buena opción para escoger entre los entrantes calientes.
La carta de postres va acorde con el resto de la carta: una buena crema catalana, un buen tocino de cielo, flan, piña, torrija, coulant de chocolate…
El Govana no es un restaurante de moda, ni de diseño, su carta no va en esta línea, es más no se cuela ni un ápice de modernidad en su decoración, mobiliario y menaje. Ni rastro de cocina fusión, de ceviches, ni de tartar de atún, ni rastro de aguacate, de lima o de tupinambo. “Ni está(n), ni se les espera” como dijo el secretario de general de la Casa del Rey, el general Sabino Fernández-Campo en referencia al general Armada, el fatídico día del golpe de estado.
En definitiva, se acierta de pleno, escogiendo este restaurante para agasajar con un arroz alicantino a las personas que nos visitan, pues es el polo opuesto a los arroces que se elaboran en algunos locales de primera línea de playa o en calles del centro muy concurridas por los turística, que da penita verlos.
Última vista 30/03/2025